| | Interna radical: la oposición al Vasco busca cerrar filas
| "Es un operativo de prensa, hasta ahora no hay nada", respondió Luis Changui Cáceres. "Aunque nos favorecería lo que dice, esa información es carne envenenada", se atajó Juan Carlos Millet. "Ojalá pudiera ser, pero en honor a la verdad no es así", abundó Angel D'Ambrosio. La difusión de la noticia radial según la cual los opositores a Horacio Usandizaga habían logrado sellar el trabajoso acuerdo que venían buscando fue el dato que sacudió ayer la interna radical. Pero el trecho que los micrófonos eliminaron parece más árido que el voluntarismo de quienes echaron a rodar la especie y probablemente demande una vigilia hasta el último momento: el viernes deberán cerrarse las listas de candidatos para la interna del 22 de abril. Con la vista en ese momento crucial, que será la hora de la verdad para quienes buscan destronar a las huestes de Convergencia, cómodamente instaladas en una mayoría holgada desde hace más una década, se han retomado las conversaciones ("siempre informales", se cubren todos por las dudas) para ver si logran que la lista Naranja con la que irán a las urnas contiene, además de a los blancos de Cáceres y a los verdes de Millet, a los celestes de D'Ambrosio, Fascendini e Iparraguirre. La nueva exploración en pos de ese acuerdo, que apuntalaría el embate contra el usandizaguismo con la fuerza que da la unión, comenzó anteayer con una reunión que mantuvieron D'Ambrosio y Cáceres y que ayer continuó en el bloque de diputados celestes, pero sin D'Ambrosio aunque con la presencia Carlos Fascendini. La conclusión al cabo de la larga conversación resulta elocuente de que el acuerdo todavía está en agua de borrajas: "Digamos que a modo de corolario existe la voluntad manifiesta de conversar". Y eso parece ser todo un avance. Hace una semana los ya anaranjados (blancos y verdes) veían como casi imposible sumar a los celestes, que se juramentaban que concurrirían sólos a la interna. Los primeros aseguraban que D'Ambrosio mantenía contactos con el usandizaguismo en busca de un acuerdo subterráneo que le asegurara espacios futuros a cambio de ir solos pero rompiendo el frente opositor. Los celestes argumentaban que Cáceres y Millet los pretendían usar en una interna en la que buscaban asegurarse la presidencia partidaria el uno, la senaduría nacional el otro. Ayer los celestes parecían menos contundentes. Las informaciones radiales desmentidas hablaban de que consentían que Millet fuera el candidato a senador nacional en la interna. Los naranjas decían que ellos hasta el 20 (día en que se reunirá un plenario de delegados) no armarán lista. "Si no hay listas están todos los espacios para discutir, aunque creo que Millet debería ser candidato a senador", sostenía Cáceres. Cierta cuota de cauto optimismo parece vislumbrarse entre la oposición interna en el radicalismo. Cáceres, Millet y D'Ambrosio también coincidieron en decirle a La Capital por separado que no cejarán en los esfuerzos para ir unidos a la interna. Ello augura una semana movida, y la certeza, avalada por la tradición, de que hasta el último momento del plazo posiblemente todavía no esté dicha la última palabra.
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