Orlando Verna
"Un homenaje cinematográfico a Luca Prodan debería hacerse muy íntimamente, de manera que si no sale como uno quiere, se lo guarde en un cajón. Pero como hay mucho dinero de por medio, nadie va a hacer algo así. Luca es para nosotros como una buena escuela, que te deja una marca buena y bienvenida para toda la vida", expresó Ricardo Mollo, guitarra y voz del grupo Divididos que esta noche a las 22 se presenta en un concierto al aire libre en la explanada del Centro de Expresiones Contemporáneas, bajada Sargento Cabral y el río Paraná. El trío, una de las formaciones más poderosos del rock nacional, será el encargado de inaugurar la temporada rockera de la ciudad. El conjunto que completan Diego Arnedo (bajo) y Jorge Araujo (batería) vuelve a Rosario tras dos visitas cumplidas durante el 2000, la última de las cuales sirvió para la presentación de "Narigón del siglo", último trabajo del trío, que entre ambos recitales reunió a más de seis mil personas y que para esta ocasión ofrecerá un repertorio basado en lo mejor de los seis discos de su carrera. En sus declaraciones, Mollo se extendió sobre su relación con el folclore y con los músicos más jóvenes así como descartó toda participación en homenajes de cualquier tipo a Luca Prodan. Además definió como "una diversión" su incursión en el terreno cinematográfico en la película "Mala época". -¿Con qué repertorio llegan a Rosario? -La lista de lo que íbamos a hacer salió recién el miércoles, y en ella hay algunas cosas de "Narigón del siglo", pero también incluimos algunas cosas viejas y nuevas y para eso llevamos a Daniel "Alambre" González y Miguelito, dos grandes guitarristas; el segundo es el guitarrista de Kapanga. Estimo que el concierto puede durar unas dos horas, más o menos. -¿La inclusión de aires folclóricos como "Luz del alma" implicó una evolución hacia algún tipo de música en particular? -Creo que agrandamos las cosas más que cambiarlas. Un cambio de estilo es algo que suena demasiado radical. Lo que sí hicimos fue abrirnos hacia otros lugares, pero en esencia queremos seguir siendo lo que siempre fuimos, que eso sí es algo inalterable. Lo que está bueno es el enriquecimiento al abordar otras cosas. -Estrictamente, ¿en qué consistió ese "abrirse a otras cosas"? -En probar tornarnos un poco más permeables a la canción en el terreno de las melodías. -¿Se sienten más rockeros que músicos? -La palabra es músico. Somos más músicos que rockeros. Creo que metemos el rock en alguna parte, pero lo que nos preocupa es poder hacer música sin rótulos. -¿Puede decirse que a ustedes los pusieron en un casillero que no les gusta? -A los casilleros los inventan los que están afuera de la música y pienso que a veces es una necesidad para saber hacia dónde se dirige uno en la elección que hace; es apenas una orientación. -¿Fue solamente por la influencia del padre de Diego, Mario Arnedo Gallo, que se han acercado tanto a lo folclórico? -Un poco sí, pero eso obviamente al que más marcaría es a Diego, porque lo que hizo su viejo es algo muy grosso. Lo que pasa es que uno también arrastra cosas de chico. -¿Qué cosas? -Es una conexión directa que alguna vez se manifestó muy fuertemente en algún disco nuestro aunque en otras etapas no tanto, pero que siempre está. En mi caso, fue una influencia muy fuerte de mi hermano, que también guitarreaba, bailaba y cantaba folclore. -¿Qué comentario te merece la posibilidad de que se empiece a trabajar en algún filme sobre la vida de Luca Prodan? -A mi no me interesaría trabajar en esas cosas porque no me inspiran nada. No creo en esas cosas. Siempre la lectura que se pueda hacer va a tener una diferencia muy grande con lo que nos tocó vivir. -¿Tenés miedo a que puedan tergiversar demasiado las cosas como ocurrió con Tanguito en "Tango Feroz"? -En realidad no se trata de miedo, sino de la precaución de no participar de algo que sé que no me va a hacer bien. -¿El recuerdo de Luca Prodan es muy doloroso para Divididos? -Sencillamente no es algo que me interese como propuesta: debería ser hecho más íntimamente para que me mueva y con la posibilidad de que si los resultados no son los adecuados, eso deje de existir. Pero como siempre hay intereses sobre estas cosas, ya habría mucho dinero por el sólo hecho de ser una película. Nadie la guardaría en un cajón si no le sale como pensaba, por lo que va a salir como venga, y ante ese potencial manoseo, no me interesa. -¿Divididos logró independizarse de todo lo que significó Luca Prodan? -Creo que la presencia de Luca en nuestras vidas es como una buena escuela, es una marca para toda la vida, beneficiosa y por supuesto bienvenida. No renegamos para nada de eso, pero sí trabajamos mucho para que mucha gente hoy conozca a Sumo por la música que hacemos nosotros. -¿No crees que el mito creado en torno a Sumo y Luca hoy está más diluido? -Yo todavía lo veo muy fuerte. Luca está en las remeras de chicos que sé perfectamente que nunca estuvieron en ningún recital, obviamente porque no habían ni nacido. Es algo que les ha pegado fuerte, como sucedió en su momento con Jim Morrison, que es idolo de mucha gente que no vivió su época. Es algo que pasa pero que no se puede ni siquiera razonar porque pasa por otro lado, otro lugar del entendimiento. -Desde otros géneros se envidia cierto espíritu de cuerpo que existiría entre los rockeros, pero ¿existe en realidad?. -Yo creo que existen barreras. Si rompés eso, podés seguir para adelante y si no te juntás es porque se conocen demasiado, se conocen de chicos (risas). En general siempre que te encontrás con alguien que hace más o menos lo mismo que vos sentís que estás en el mismo barco y no podés remar para otro lado. Siempre obviamente hay alguien que quiere hacerse ver un poco más que otro, pero son los menos. -¿Porqué entonces en el rock cada día aparecen más subdivisiones? -El rock es como una religión en la que cada uno entiende a Dios a su manera. Esas son las subdivisiones a las que cada uno le pone su nombre. Esto es lo que pasa con este tipo de música, pero básicamente, el bajo, la batería y las guitarras siguen estando. -¿Qué proyectos están desarrollando a largo plazo? -Recién estamos empezando a poner sobre papel los bocetos de lo que puede llegar a ser el nuevo disco. Lamentablemente no te puedo adelantar nada porque se trata exactamente de eso, bocetos, es el "comienzo comienzo". -¿Pero no hay alguna letra ya escrita? -No, porque justamente nosotros trabajamos un poco al revés que los demás. Empezamos por la música y a las letras las dejamos para el final. -¿O sea que no hacen como algunos artistas que acumulan stock de canciones para lanzarlas cuando necesiten? -No. La verdad que no lo hacemos y yo al menos envidio a los que lo pueden hacer. -¿Trabajan así por una cuestión de ganas, tiempo o de creatividad? -Sencillamente es algo que responde a una forma de trabajo. Cuando hacemos un disco agotamos todo lo que tenemos en ese momento, hasta que llega otro disco. Por otra parte, sentimos que es medio traicionero quedarse con una canción que ya está hecha; yo prefiero hacer cosas sobre lo que pasa, lo más fresco posible. -Cuando se construye una trayectoria como la de ustedes ¿qué intensidad deben tener los cambios que se quieran realizar? -Si el artista parte de la idea de agradarle a la gente, está muerto. Los cambios son los que vos proponés interiormente. Después, lo que sucede afuera con la gente nunca lo sabés. Por buscar agradar también podés ser rechazado. Esas fórmulas no funcionan; a mí lo que más me funciona es lo que me dicta mi interior y a eso es a lo que obedezco. Los resultados son los que son, y uno no los puede prever desde afuera hacia adentro; es imposible y siempre es al revés. -¿Percibís diferencias entre el público habitual de Divididos y el que, por ejemplo, los recibió en Ushuaia para "Argentina en vivo 2"? -Con los músicos siempre los códigos son comunes, pero con la gente sentimos que hace unos años, después que les prometieron la casita dulce de Hansel y Gretel con la radicación de fábricas, un par de empresas decidió que estar allí no era más negocio y dejaron a todos agarrados de la brocha. Esa realidad se trasluce en las letras de los artistas de allá. En general, sucede con los artistas desconocidos del interior que uno se encuentra con cosas sorprendentes, gente de un valor artístico incalculable y casi anónimas. Habría que pensar en todo lo que nos estamos perdiendo porque esa persona no ha sido difundida y reclamar. -¿Y que debería hacerse para revertir eso? -Buscar gente sensible para escuchar esas manifestaciones, que tome el compromiso de escuchar y difundir lo que encuentre, porque eso es el capital de un pueblo. -¿Qué otras actuaciones tienen previstas? -Recién nos avisaron que en Misiones, donde debemos actuar próximamente. Allí tuvieron que agrandar el escenario porque la convocatoria creció mucho. Del país salimos poco, pero tenemos ganas. El 29 no vamos a Miami a un festival argentino y de ahí iríamos a algunos otros lugares de Estados Unidos. Después, a fines de junio vamos a Barcelona y en julio a Madrid, pero son cosas pequeñas porque ya es difícil hacer un buen trabajo aquí, así que a la distancia se complica un poco más porque vamos a cada lugar con algo pensado especialmente.
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