El argot futbolero se nutre a menudo de frases hechas, del tipo "estuvimos desconcentrados", o "rescato la entrega del equipo". Estas palabras no sólo son las más recitadas por parte de los entrenadores para justificar lo injustificable, sino que fueron las elegidas por Edgardo Bauza para explicar los vaivenes futbolísticos que sufrió Central en el partido ante Colón.
En realidad, el entrenador canalla ensayó la autocrítica del empate sin incurrir en grandilocuencias, como confiado que con una cirugía menor y un par de retoques en la coyuntura del esquema, el porvenir del equipo le deparará un buen lugar en el Clausura: "Lo que hicieron los muchachos me dejó satisfecho. A pesar de que el análisis es que se ganó un punto y se perdieron dos, porque la intención era quedarnos con los tres", ironizó Bauza. Y continuó: "No siempre se puede ganar, fue un partido muy parejo, con resultado abierto para cualquiera de los dos".
Con más tiempo para elaborar un minucioso desglose de lo ocurrido a lo largo de los noventa minutos, el Patón sostuvo: "No me dejó para nada preocupado la actuación del equipo, al contrario, la actitud es una de las virtudes que más rescato. Muchos pensaban que el equipo se iba a caer físicamente en los últimos quince minutos, pero durante ese lapso logramos fabricar varias opciones de gol y hasta los metimos en un arco. Fue uno de los partidos que más situaciones de gol creamos y más veces llegamos al cajón (el área) ".
Sobre si consideraba vital la pérdida de estos dos puntos de cara a la definición del torneo, el técnico se despachó con una reflexión propia de su autoría: "River seguirá perdiendo puntos, tanto Boca, San Lorenzo, como nosotros vamos a seguir resignando puntos, de eso no tengo dudas. Vamos bien, Central está en la posición que vislumbraba antes del inicio del Clausura, el equipo está rindiendo de acuerdo a los plazos que manejábamos".
"Todos los partidos requieren de su correspondiente autocrítica. Más allá de que el cotejo ante Colón me dejó conforme, ya nos tomamos algunos minutos para hablar de las cosas que hicimos mal. Igual pasó con el encuentro ante Universitario que ganamos seis a cero, siempre hay errores para corregir", acotó.
Dos circunstancias le mojaron la oreja a la habitual tranquilidad del Patón en Granadero Baigorria, la primera estuvo vinculada a la invasión de mosquitos que se apoderó de la tarde-noche en la ciudad deportiva, y la segunda fue la promocionada visita de Carlos Ischia (actual ayudante de campo de Carlos Bianchi en Boca) el domingo al mediodía, mientras el plantel estaba concentrado a la espera del partido ante los sabaleros: "Me vino a saludar porque somos amigos. Los dos jugamos en Colombia y hacía mucho tiempo que no nos hablábamos", aclaró sobre la segunda cuestión. Pero con el mismo afán que reconoció la charla con el ayudante del Virrey, Bauza sacó una gambeta al mejor estilo Orteguita para atribuirle a una especulación periodística que el motivo de la visita haya sido un posible sondeo para que en junio se hiciera cargo de la conducción de Boca, cuando Bianchi recale en Barcelona.
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La Ciudad
