Mauricio Tallone
Hay miradas que denuncian un estado de ánimo, hay gestos que le ponen énfasis a las palabras, y en el caso de Darío Marra hay un notorio cambio de actitud que le devolvió la titularidad en la primera de Central. Apenas un puñados de buenas actuaciones no sólo le bastaron al defensor canalla para modificar su realidad futbolística, sino que aquellos hinchas acostumbrados a silbarlo hasta cuando estaba sentado en el banco de suplentes, en la noche del lunes ante Colón acompañaron su retirada con un coro de aplausos. Y a pesar de que el Pingüino (así lo apodan sus compañeros) no desconoce este buen momento, prefiere pararse con pies de plomo en la realidad y mirar de reojo el reconocimiento, no sea cosa de que las vueltas de fútbol lo depositen nuevamente en el ostracismo. -¿Te acordás cuando durante la pretemporada en La Cumbre dijiste que no entendías por qué te hacían una nota si ibas a ser suplente? -Sí, lo recuerdo (risas). Lo que pasa es que en ese momento era consciente de que no iba a arrancar como titular, sabía que había perdido el puesto. Pero eso me sirvió para esforzarme durante esos días de pretemporada y esperar mi momento. Por suerte las cosas se están dando. -¿Qué cambiaste para mostrar este nivel? -Creo que es una cuestión de confianza y de actitud. Además de aprovechar ese toque de suerte que me permitió volver al equipo por la expulsión de un compañero. -En La Cumbre también confesaste que te sentías mal cuando la gente te despedía con insultos y silbidos, ahora que te toca vivir la otra cara de la moneda, ¿cómo tomaste los aplausos que acompañaron tu salida del partido frente a Colón? -Ahora que disfruto de los aplausos, creo que la gente de Central siempre ha sido justa conmigo. En ese momento no estaba rindiendo al máximo de mis condiciones y era lógico que no jugara. -¿Sabías que la gente dice que no sos el mismo Marra que llegó a Central? -Bueno (risas), si la gente cree eso será porque está conforme con mi rendimiento. La verdad, me siento muy contento por el momento que estoy pasando, espero que se prolongue por mucho tiempo. -¿Tu salida ante Colón se debió a un cambio táctico o para que la gente te ovacionara? -No, fue un pedido de Pompei. Si bien en algún momento lo critiqué porque me había expulsado mal frente a San Lorenzo, hoy tengo que agradecerle porque le dijo a un compañero mío que me sacara, ya que estando amonestado corría el riesgo de echarme. -¿Qué pasó en la jugada con Gigena? -Yo ya estaba amonestado y en esa jugada no tuve la intención de golpearlo, pero la infracción existió. Me perdonó la vida, después le dijo a un compañero mío que le avisara al técnico que me sacara porque no le quedaba otra que echarme. -¿Coincidís que estás jugando como si toda la vida hubieras marcado con línea de tres? -Sí, en Central hace dos años que estoy jugando con este esquema. Te repito, todo pasa por una cuestión de confianza. -De acuerdo con lo que dijiste en su momento en La Cumbre, ¿te sentís titular o suplente? -Me siento útil al equipo.
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