La sindicalización, que permitiría a las meretrices formar cooperativas y adquirir departamentos donde atender a sus clientes, es la propuesta de las trabajadoras sexuales argentinas ante el malestar de los vecinos por las llamadas zonas rojas en la ciudad de Buenos Aires.
"Queremos una sindicalización que permitiría que las chicas tengan su propia cooperativa, mediante la cual podrían adquirir entre varias trabajadoras sexuales un departamento propio donde atender a los clientes", propuso Elena Reynaga, presidenta de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar). Según Reynaga, "con esta sindicalización no habría proxenetismo porque cada una pagaría la luz, el gas y el agua, y el dinero que ganarían sería sólo de ellas".
Presión policial
"Y no habría zonas rojas porque no estarían en la calle. Así las meretrices dejarían de estar expuestas no sólo a la presión de la policía sino a la inseguridad general que afecta a cualquier argentino", agregó.
Con la sindicalización, "pedimos que la policía salga de la vida de las prostitutas. Pero para lograr esta sindicalización necesitamos un compromiso real y una decisión política del gobierno de querer solucionar este tema", concluyó Reynaga.