París. - La primera vuelta de las elecciones municipales realizadas este domingo en Francia desestimó todos los pronósticos de las encuestadoras y demostró la baja de la simpatía del electorado tanto por la derecha del jefe de Estado, Jacques Chirac, como para el primer ministro, el socialista Lionel Jospin, presidenciables para el 2002.
Los resultados desmienten el triunfo del socialismo pronosticado por las encuestadoras, ya que destacados ministros del gobierno de izquierda liderado por Jospin sufrieron un marcado revés, al tiempo que los verdes mejoraron sus posiciones y la ultraizquierda avanzó en ciudades industriales del norte.
Sin embargo, en estas elecciones locales, que cada tres años renuevan la mitad de los consejos generales de los departamentos, a la derecha todavía le resta afrontar la posible pérdida en París (su bastión desde hace más de un siglo) cuando el próximo domingo se realice la segunda vuelta.
Los analistas aseguran que el avance de la izquierda en la capital, donde Chirac gobernó durante 18 años, es un revés personal que atenta contra sus ambiciones de triunfar en las presidenciales del año próximo. Luego de la desastrosa administración de Jean Tiberi, el candidato neogaullista Philippe Seguin hizo una pobre performance, logrando un 23%.
Para los comentaristas políticos esta primera vuelta demuestra que los socialistas lograron avanzar en los guarismos aunque no tanto como esperaban y que la derecha progresó algunos puntos en el interior del país.
Por otro lado, los verdes reforzaron sus posiciones y los comunistas retrocedieron. En tanto que la dividida extrema derecha conservó Orange y se mantuvo para la segunda vuelta en Marignane y Vitrolles.
Cuatro ministros derrotados
Uno de los fenómenos más destacables de estos comicios es el traspié que sufrieron cuatro de los ministros de Jospin que se postularon en comunas gobernadas por la derecha.
La titular de Empleo y "número tres" del gobierno, Elisabeth Guigou, quedó de milagro en carrera para la segunda vuelta en Aviñon, ya que sólo le faltaron 62 votos a su rival, la saliente neogaullista Marie-José Roig, para eliminarla. El responsable de Asuntos Europeos, el también socialista Pierre Moscovici, corre el riesgo de ser derrotado el domingo en Montbeliard.
Mientras tanto, el ministro de Transporte, el comunista Jean-Claude Gayssot, quedó eliminado de un plumazo en Béziers, al igual que su colega de Medio Ambiente, la verde Dominique Voynet, en Dole.
Por todo esto, ni socialistas-verdes ni derechistas neogaullistas pueden cantar victoria y deben replantearse sus alianzas, sea a nivel local como como vistas a las presidenciales.