Santiago. - El presidente Ricardo Lagos descartó un acuerdo político al tema de los derechos humanos, pero dijo estar dispuesto a buscar una solución a través de un plebiscito. "Me parece que esa puede ser una buena opción la de pensar en una solución plebiscitada como se ha hecho en otros países", expresó Lagos el domingo en una entrevista con la televisión estatal con motivo del primer aniversario de su gobierno. Pero Lagos hizo notar que la convocatoria a plebiscito no existe en la legislación, sino solamente para casos en que se produzca una seria discrepancia entre el gobernante y el Congreso. Por lo cual se requeriría de una reforma legal, a la que se opone la oposición derechista. Lagos reiteró su postura contraria a la búsqueda de una solución política a los problemas de derechos humanos que la derecha y los militares propician como una forma de terminar con la serie de procesos contra uniformados procesados, entre ellos el ex dictador Augusto Pinochet. "No es lícito una solución política que se inmiscuya en lo que hace el poder judicial, porque entonces estamos confundiendo tareas", expresó Lagos. Apuntó que "por ahora" no hay condiciones para una solución política. También descartó una solución por la vía legislativa por cuanto podría ocurrir que mediante una ley se interfiera en lo que está haciendo el Poder Judicial, que ha investigado y ha detenido a numerosos militares involucrados en violaciones a los derechos humanos bajo el régimen de Pinochet (1973-1990). En declaraciones aparecidas en el diario La Nación en su edición de ayer, el mandatario manifestó su esperanza que el tema de los derechos humanos se resuelva "mientras antes, mejor". Su gobierno, sin embargo, está estudiando una fórmula propuesta por la abogada socialista Pamela Pereira, activista de derechos humanos, por la cual se designarían jueces especiales para sustanciar procesos por derechos humanos con un plazo de término de las indagaciones. Aunque el tema de los derechos humanos sigue pendiente, Lagos destacó que durante su primer año se han logrado avances importantes como consecuencia de una mesa de diálogo entre las fuerzas armadas y civiles. En ella los militares reconocieron por primera vez en forma oficial los excesos cometidos durante los 16 años y medio de la dictadura de Pinochet y se comprometieron a entregar información sobre el destino de un millar de detenidos desaparecidos. Según información oficial, durante el régimen militar se registraron 3.197 víctimas, cientos de miles fueron detenidas y exiliadas y la tortura era frecuente. El 5 de enero, al cumplirse el plazo de seis meses que se dieron para las indagaciones internas, los jefes militares entregaron al gobierno un informe sobre la suerte corrida por 200 prisioneros, de los cuales 151 fueron lanzados al mar, lagos y ríos, y otros 49 se encontrarían en fosas comunes. A dos meses de ese informe, una de las fosas investigadas ha entregado restos o indicios de 13 desaparecidos.
| |