Monseñor Desiderio Collino, el obispo que les deseó cáncer de pulmón a los periodistas que hablaban mal de la Iglesia en mayo último, renunció a su cargo de obispo de Lomas de Zamora. Si bien debía presentar su dimisión ante el papa Juan Pablo II el próximo 21 de marzo, al cumplir los 75 años que marca como límite el Código de Derecho Canónico, la notificación ya fue remitida a la Santa Sede y espera un pronto despacho favorable. La anticipada decisión del prelado, aunque más no sea por unos pocos días, generó una serie de especulaciones en los ambientes eclesiásticos. Entre otras, que recibió "alguna sugerencia" del Vaticano para apresurar su salida y promover un rápido cambio en esa populosa sede diocesana del conurbano bonaerense, que sería dividida en dos en el mediano plazo. Monseñor Collino generó una fuerte polémica, en mayo último, cuando se conoció que durante una homilía pronunciada en la basílica de Luján deseó cáncer de pulmón a los periodistas que hablan mal de la Iglesia, para así "convertirse y curar su alma" a través del dolor. En su momento, todo indicaba que el deseo de mal fue dirigido especialmente al periodista Jorge Lanata, un fumador empedernido. Pero a poco de difundida la noticia y ante el repudio generalizado, se disculpó públicamente. El religioso es considerado como "un tradicionalista de la vieja guardia" y políticamente demostró, en la década del gobierno del presidente Carlos Menem, cierta simpatía hacia el ex jefe de Estado. Lo extraño de aquel extemporáneo exabrupto es que vino de un obispo que estuvo al frente, por dos trienios consecutivos, de la Comisión Episcopal de Comunicación Social. En ese lapso, el diocesano logró mediante un decreto que la Iglesia pudiera tener, luego de largos años de prohibición, emisoras de FM de baja frecuencia y canales de televisión por cable. Sin embargo, ese éxito fue muchas veces cuestionado internamente dado que se jactó de que se hizo "por la ventana" y no por los carriles que otros obispos intentaron en su momento. También desarrolló una interesante promoción de la informatización de los obispados desde una fundación que el mismo preside, aunque ésta se desdibujó luego que perdiera el apoyo de la Santa Sede. En lo pastoral ejerció una intensa labor desde que fue nombrado el 7 de noviembre de 1972 en la extensa diócesis de Lomas de Zamora, a cuya división se opone enfáticamente a pesar de la opinión en contrario del organismo episcopal respectivo.
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