Sigue la rueda. Central recibe a Colón por el Clausura y la cabeza vuelve a hacer un esfuerzo para meterse en el otro objetivo de los canallas. Pasado el trascendente e imprescindible triunfo ante Vélez por la Libertadores, el campeonato local vuelve a hacerse protagonista de los objetivos. Ahora la Copa deberá esperar hasta el martes 20, cuando los auriazules visiten a Universitario en Lima. Antes, el Clausura volverá a ocupar el centro de la atención frente a Estudiantes en La Plata (el sábado 17 a la noche). Pero ahora es tiempo de pensar en Colón, un equipo dirigido por Ricardo Gareca quien conoce a la perfección a Bauza. En realidad, el conocimiento es recíproco y ello supone un encuentro diagramado hasta el mínimo detalle para que lo que cada uno sabe del otro quede soslayado por un planteo que no admita distracciones y disminuya el margen de error. La opción de jugar todo lo que se presente con el mayor potencial que hasta aquí le dio mucho resultado al Patón también influye en una estructura en la que no existe un plantel numeroso en calidad, al menos para afrontar la primera división de un día para el otro. Por eso Bauza decidió esperar la recuperación hasta último momento y reducir las chances de lesiones. Lo de Central es archiconocido. Del otro lado de la cancha habrá un equipo bastante inconstante en su juego pero siempre peligroso, que esta vez tendrá tres variantes respecto del equipo que empató 1 a 1 con Estudiantes en Santa Fe. La lesión de Gonzalo Favre obligó al Tigre a realizar un cambio, aunque el técnico también confirmó otras dos modificaciones con el ingreso de dos ex jugadores de Newell's. Alcides Píccoli sustituirá a Favre, el Chino Rodolfo Aquino a Jorge Bontemps y Diego Castagno Suárez a Gerardo Solana. Fue una semana en la que el entrenador de Colón probó muchísimas alternativas en la mitad de la cancha, mostrando claramente que no había quedado conforme con el rendimiento de su equipo a pesar de que la intolerable sensación térmica que superó los 50 grados en la capital provincial el domingo anterior no permitió analizar el desarrollo con demasiada rigurosidad. Como sucedió ante Vélez, la sensación es que Central cuenta con mayores argumentos que su adversario para quedarse con los puntos en juego, pero el riesgo estará latente por lo impredecible que fue hasta aquí el rendimiento sabalero y porque a los canallas puede pasarles factura el esfuerzo si no encuentran el resultado y los minutos y las necesidades empiezan a jugar su propio partido.
| |