Año CXXXIV
 Nº 49.053
Rosario,
domingo  11 de
marzo de 2001
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Investigan irregularidades en el arresto de un joven acusado de robar un peso
El ladrón habría sido herido al enfrentar a la policía en Granadero Baigorria. Pero el arma no fue secuestrada

La desproporcionada reacción de agentes del Comando Radioeléctrico de Granadero Baigorria durante la persecución de un joven que le había robado a un comerciante un peso y un helado derivó en una investigación por parte del juez de instrucción Carlos Triglia. El procedimiento está bajo la lupa judicial porque el ladrón resultó herido de un balazo en la espalda efectuado aparentemente en forma accidental por un uniformado, luego de que el sospechoso esgrimiera un arma de fuego. Pero lo más curioso es que ese revólver no fue secuestrado por la policía durante el incidente y, por lo tanto, se perdió una evidencia clave para probar que hubo un intento por parte del hombre herido de resistir a balazos su arresto.
La causa tiene en principio una doble carátula: tentativa de robo calificado y resistencia a la autoridad, en lo que se refiere al delincuente, y lesiones, que lo tiene como imputado al agente que disparó su arma reglamentaria. Por el momento, el magistrado no tiene indicios de que el hecho haya sido un caso de "gatillo fácil", aunque fuentes judiciales lo atribuyeron al menos a una actuación negligente por parte del agente a cargo del operativo.
El episodio que ahora es investigado ocurrió el sábado 3 en el barrio San Fernando, en la zona oeste de Granadero Baigorria. Fuentes policiales consignaron que en horas de la tarde un vendedor de helados identificado como Oscar Claudio Martínez, de 37 años, fue asaltado por un muchacho joven, vecino del mismo barrio.
De acuerdo a las actuaciones de la policía, el presunto delincuente es Diego Sánchez. Según trascendió, el ladrón se acercó para pedirle un peso a Martínez, quien se negó de plano. Entonces, el muchacho hizo un ademán y amagó a sacar un arma de entre sus ropas. "(Sánchez) amagó con sacar algo de la cintura, por lo que el vendedor se asustó y le entregó un peso y también un helado", contó a este diario una fuente policial que conoce detalles del incidente.
Minutos después, la víctima del robo se cruzó con una patrulla del Comando Radioeléctrico de Baigorria y relató a los policías lo que había sucedido. Los uniformados iniciaron la búsqueda del delincuente. El vocero consultados indicó que el muchacho estaba en un bar y al advertir que la llegada de la policía escapó corriendo. Los uniformados lo persiguieron hasta un sector de baldíos ubicados detrás de un conocido motel de esa ciudad.
En ese lugar, Sánchez "se ve cercado por los policías y entonces saca un arma y apunta le apunta al agente que se le aproximaba", relató la fuente. En esas circunstancias uno de los policías disparó su arma para repeler la agresión. Fueron por lo menos dos disparos que, según fuentes policiales, no fueron efectuados directamente hacia el delincuente.
"Hubo un rebote contra una pared o contra el piso y una bala le dio a Sánchez de atrás a la altura de la cintura", fue la explicación que se brindó desde la policía. El ladrón fue socorrido por los propios agentes que lo subieron al patrullero y lo llevaron al Hospital Eva Perón, pero aparentemente se olvidaron de "secuestrar" el arma de Sánchez, que sería un revólver calibre 32. El proyectil afectó la zona de intestinos del ladrón y los médicos tuvieron que practicarle un ano contranatura. Su estado no revestía gravedad, pero era delicado, según fuentes policiales.



Intervino el Comando de Granadero Baigorria.
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