Más de ochenta presos alojados en dos comisarías de la Unidad Regional II hicieron ayer una presentación ante la Justicia de Instrucción en turno en la que denunciaron pésimas condiciones de alojamiento y falta de higiene y atención médica.
Se trata de 37 detenidos en la comisaría 18ª -que se encuentran en huelga de hambre- y 50 presos en la comisaría 16ª. La Coordinadora de Trabajo Carcelario interpuso ayer en su representación sendos recursos de hábeas corpus correctivos a fin de que se reviertan las irregularidades en sus condiciones de detención.
Las situaciones son básicamente similares en ambas seccionales, pero en el caso de la seccional 18ª contarían con el agravante, según los denunciantes, de malos tratos policiales y advertencias de que "va a pasar lo mismo que en la comisaría 25ª", en alusión al incendio en el que murieron 13 presos, el 15 de noviembre pasado.
Voceros de la Coordinadora manifestaron su preocupación "por la situación de tensión que se provoca con esas amenazas" y destacaron que "a veces no se trata tanto de un problema de infraestructura como del trato que se da a los detenidos, donde el reclamo es constante".
Humillante
En el caso de la comisaría 18ª, ubicada en avenida Francia 3670, los reclusos denunciaron presuntos tratos humillantes, ya que el personal policial "entra a los penales y hace requisas a cualquier hora, e incluso en una ocasión hicieron poner a los detenidos de rodillas y después los obligaron a apilarse uno encima de otro", indicaron voceros de la Coordinadora de Trabajo Carcelario. A la vez, "algunos policías les dicen que si protestan les va a pasar lo mismo que a los de la seccional 25ª".
Los voceros del organismo de derechos humanos agregaron que "el maltrato se traslada con frecuencia a las visitas" de los detenidos y que "ocho de los detenidos son portadores de HIV y no reciben atención médica ni cumplen ninguna dieta".
Por otra parte, "con frecuencia se corta el agua y rebalsan las cloacas de los penales. Los presos no reciben elementos de limpieza, por lo que presentan diversas infecciones en la piel".
Superpoblación
En el caso de la comisaría 16ª, de Ayacucho 3350, "hay 50 personas que están encerradas en un sitio que tiene capacidad máxima para 20 y que se alimentan con 3 kilos de carne y 4 de pan", indicó la Coordinadora.
Los reclusos "presentan sarna, piojos y otras enfermedades producidas por la falta de elementos de limpieza y denuncian ser reprimidos en forma física y psicológica". En este sentido, "dicen que permanentemente cambian las reglas en cuanto a lo que las visitas pueden o no llevarles, lo que genera un motivo adicional de tensión".
Además, "hasta el viernes los presos no tenían calentador, por lo que debían tirar la comida o ingerirla cruda; como tampoco tienen ningún cubierto, tienen que alimentarse con las manos".