Acto central de Marcos en la capital mexicana

México. - El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) comenzará hoy, con un acto en el Zócalo de la Ciudad de México -donde estuvo la capital azteca- la última batalla por la aprobación de la ley de derechos y cultura indígena. "Nosotros tenemos un mundo, no lo queremos para todos, sólo queremos que ya no esté escondido ni apenado", dijo el subcomandante Marcos defendiendo la aprobación de la ley que les reconoce autonomía a los pueblos indígenas.
Tras recorrer 12 estados en una marcha hacia la ciudad de México iniciada el pasado 25 de febrero en San Cristóbal de las Casas, en el suroriental estado de Chiapas, hoy los zapatistas estarán en el corazón de la capital, a cuya periferia indígena y campesina llegaron el jueves pasado. El acto en el Zócalo -la gran plaza que es el corazón de la ciudad- será el inicio de la actividad de los 24 líderes zapatistas en la capital, porque según Marcos "no nos vamos a ir de aquí, que quede claro, hasta que haya el reconocimiento constitucional para los derechos y cultura indígena".
Luego del acto están previstos contactos con la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) del Congreso Federal y responsable del texto de la ley que se discute.
La batalla, a siete años del levantamiento armado, será con la palabra. Los zapatistas tendrán que convencer a los legisladores que la ley de derechos y cultura indígena debe ser aprobada sin modificaciones.
También tendrán que convencer el gobierno que debe completar el cumplimiento de las tres señales exigidas para que se reanude el diálogo de paz que está suspendido desde 1996. El EZLN pide el retiro de siete bases militares del territorio de su influencia (han sido levantadas cuatro), la libertad de los presos zapatistas (aún faltan por lo menos 40, según fuentes independientes) y la aprobación de la ley indígena.
La polémica entre el gobierno y el EZLN tiene como protagonistas principales al presidente Vicente Fox y al subcomandante "Marcos". Los zapatistas sostienen que "no nos están viendo ni escuchando" y Fox afirma que Marcos "pone su discurso en marcha y tiene libertad".
Las palabras se entrecruzan. Marcos afirma que el EZLN está en la capital para enmendar "lo que los de arriba se equivocan" y habla de pobreza, injusticia, olvido y de que el gobierno aplica una política que liquida al campo y favorece a la banca.
El presidente contesta los ataques señalando que "esta parte del proceso de alcanzar un acuerdo de paz implica el no meternos al debate ideológico", aunque opina que el discurso de Marcos "es por cierto muy anticuado, del siglo pasado". Para llegar al Zócalo, los zapatistas recorrerán dentro de la capital más de 40 kilómetros siguiendo una ruta que atraviesa las zonas con mayores necesidades.
Los líderes indigenistas han llamado a la gente a que forme una gran cadena a su paso, así como a que acudan al punto del acto, para "llenar las calles, a ver si nos ven y nos oyen", según la desafiante proclama de Marcos.
La plaza donde se reunirán, entre el templo mayor donde están los vestigios de la pirámide principal de los aztecas, la sede de la presidencia y la catedral de México, tiene capacidad para más de 200.000 personas.