Mendoza: Fiesta del vino y la belleza

La Vendimia consagró a su reina, Jésica Tolín, del departamento Maipú, con un imponente espectáculo

Norberto Puntonet

El anfiteatro Frank Romero Day de esta ciudad fue el majestuoso escenario donde casi 30.000 almas fueron testigos de la coronación de la nueva Reina Nacional de la Vendimia 2001, Jésica Tolín, representante del departamento Maipú.
La nueva soberana -de 18 años, ojos azules, cabello rubio y 1,78 metro de altura- ganó ampliamente por 69 votos y fue elegida entre 17 bellezas mendocinas, las que le dieron marco a una de las fiestas más importantes de la República Argentina.
Luego de las soberbias reuniones como la Bendición de los Frutos, la Vía Blanca y el Carrusel Vendimial recorriendo las principales calles céntricas, tuvo lugar el Brindis por el Nuevo Siglo, realizado en el hermoso anfiteatro mendocino. Allí se renovaron los votos por la Virgen de la Carrodilla (Patrona de los Viñedos), se resaltó el valor del agua en un paisaje desértico, las inclemencias del tiempo que amenazan la producción agrícola, el valor del trabajo, la cultura precolombina, la gesta sanmartiniana y el homenaje al fruto y al vino.
Setecientos artistas en escena con impecable coreografía y vestuario hicieron junto a un muy buen trabajo de luces y sonido -120.000 vatios de potencia- un espectáculo cautivante. Tres meses de trabajo de investigación sobre datos históricos basaron el guión que dio origen a un relato de cierto aire épico y trascendental.
Pero uno de los números más festejados de la noche fue el brindado por dos títeres gauchos gigantes -con perro incluido- que jugaban al truco sobre la mesa de un imaginario boliche, invitando a cada rato a brindar por el vino nuevo.
Poco después de la coronación, la bella soberana sostuvo que "la Vendimia es todo para los mendocinos. Es el fruto del esfuerzo, del trabajo de todo un año. De levantarse temprano y helarse de frío hasta sufrir el calor de las siestas en el verano mendocino. Pero siempre hay que tener esperanza, salir adelante, no bajar los brazos y luchar por nuestra tierra porque lo que no hacemos nosotros, no lo hará nadie".
Por su parte el gobernador mendocino, Roberto Iglesias, sostuvo que "el trabajo de todo un año llegó a su fin, pero se renueva la esperanza de todos los mendocinos. La empresa no ha sido fácil, hemos sorteado obstáculos, amenazas y dificultades, pero cada contratiempo fortalece nuestro compromiso. Porque una vez más comprobamos que en esta tierra el trabajo tiene premio, que la siembra asegura la cosecha y confiamos en que el próximo año nuestro empeño redoblará los frutos".
Luego del espectáculo final de los fuegos artificiales, las flamantes reina y virreinas vendimiales -Cintia Michelotti (Godoy Cruz) y María Lourdes Alvarez (San Martín)- recibieron la tradicional serenata en la avenida San Martín, frente a la Subsecretaría de Turismo de la provincia de Mendoza.

30 mil personas colmaron el anfiteatro Romero Day.