Mercedes Gómez de la Cruz
"Puerta cerrada", "Yo conocí a esa mujer" y "Ayúdame a vivir" son algunas de las películas que Libertad Lamarque había filmado antes que el año 1942 llegara su fin. A través de ellas su rostro y su nombre habían trascendido las fronteras de Rosario, y de Argentina. Nuestra ciudad, lugar de su nacimiento, era nombrada en el mundo. Libertad Lamarque era el rostro de Rosario. Tal vez por este motivo fue elegida para protagonizar la portada del primer número de la revista "Ecos de Rosario" que en enero de 1943 comenzaba a editarse con la dirección de Rosita Angelócola, a quien, tiempo después acompañaría su hermana, María Elena Angelócola, como encargada de la producción comercial y de las relaciones públicas. Hacer una publicación periódica en aquellos años era mucho más difícil y costoso que en la actualidad dado lo complejo del sistema de impresión vigente en ese momento. Esto hace más destacable aún el hecho de que esta revista estuviera cada mes, y en forma ininterrumpida, a la venta en todos los puestos de diarios durante más de veinte años. Su ideario se refleja ya desde la primera nota editorial: "Nuestra revista surge en un instante de angustia mundial (la Segunda Guerra), sin compromisos con teorías extremistas, ni subvenciones de caudillos políticos. Nace libre, con el limpio y primordial propósito de servir a Rosario y ser una chispa de civilización dentro del poderoso engranaje de la ciudad. Nace, para exaltar los valores de Rosario y ser el eco entrañable de su pueblo". Gracias a la colaboración de promotores y promotoras culturales residentes en puntos como Totoras, Firmat, Córdoba y Paraná, por citar algunos, esta revista se expandió a otras localidades. Preocupadas por reflejar las actividades e inquietudes de los rosarinos, las páginas de Ecos de Rosario estaban dedicadas a extensas notas sociales ilustradas con fotografías. De este modo, podían encontrarse las crónicas de las fiestas de clubes como Plaza Jewell, Club Regatas Rosario y el Club Rosarino de Pelota. También las de eventos organizados por entidades de caridad como el festival "Embrujo de Sevilla", que se llevaba a cabo anualmente en el Hipódromo Independencia a beneficio del Hospicio de Huérfanos. Asimismo, se publicaba un gran número de fotografías de las presentaciones de espectáculos que se realizaban en Rosario, como la actuación de la bailarina Ana Itelman, quien en 1948 estuvo en el escenario del Teatro El Círculo. Otras secciones estaban dedicadas a los compromisos matrimoniales, a las fiestas de bodas y a la presentación en sociedad de jovencitas casaderas cuyos retratos aparecían bajo el título de "Nuestras niñas". Incluso se reseñaban los actos y fiestas de colación que celebraban las academias de danzas y de teatro, como corolario de su año lectivo, con comentarios como el siguiente: "La escuela de danzas de Milo Mirkay cumple en nuestra ciudad una labor de alta cultura artística. (...) Presentamos en esta página un grupo de alumnas en la fiesta de fin de curso". Ecos de Rosario contaba además con páginas dedicadas a cada una de las emisoras radiales de la ciudad. Allí se mostraban imágenes de los auditorios colmados durante las transmisiones en vivo, y retratos de sus artistas. En el espacio dedicado a LT3 Radio Sociedad Rural de Cerealistas, por ejemplo, hay reseñas de las interpretaciones del concertista de acordeón a piano Atilio Cavestri. Mientras que en el segmento dedicado a LT8 se reproducían fotos de Armando Russo, violoncelo solista de la orquesta de la Asociación Sinfónica de Rosario, y del escritor Enrique de la Vega Crespo. También LT1 Radio Litoral tenía una sección donde aparecían, entre otros, la pianista Arminda Canteros de Farrugia y el destacado periodista Luis Fuster, quien más tarde fue, junto Ricardo Pardo y a la poeta y periodista Irma Peirano, asesor literario de las emisoras radiales rosarinas que pasaron a pertenecer al Estado. Transcurridos pocos meses de su presentación en sociedad, Ecos de Rosario anunciaba el inicio de sus propias audiciones especiales. Las mismas se emitían los martes de 14, 30 a 15 hs en LT2, y los jueves a la misma hora, en LT8. Años después, se incorporó al proyecto Raúl Angelócola, sobrino de Rosita y de María Elena, como colaborador general. Pero luego él se dedicó a producir los envíos semanales que se transmitían por televisión. El primero de estos programas se hacía en vivo desde Buenos Aires y salía al aire con el nombre de "Rosario ida y vuelta", por Canal 7. Con una escenografía que reproducía un vagón de pullman del tren que unía nuestra ciudad con la Capital Federal, estaba conducido por Eduardo Bergara Leumann, quien hacía las veces de boletero y entrevistador de importantes personalidades del ambiente cultural y empresarial de Rosario. Más tarde, con la instalación de los canales locales, Ecos de Rosario pasó a realizar sus programas en Canal 3, pero sin descuidar sus emisiones radiales que continuaban saliendo por LT2. Al respecto, Raúl Angelócola recuerda: "Hubo varios programas que fueron cambiando de nombre. Algunos eran de deporte, pero normalmente eran con notas de moda. Teníamos mucho material de moda que nos daba la embajada de Francia. Se pasaban desfiles de modelos y se filmaban notas sociales, un poco del mismo tipo de las de la revista. Programas de televisión hubo prácticamente hasta el final de la revista (1984). En los últimos tiempos era el sábado a la mañana. De eso me ocupaba todo yo. Inclusive con ese motivo organicé una agencia de publicidad para trabajar mejor, pero en la revista en sí demasiado no se podía hacer porque a mi tía Rosita le gustaba hacerla ella, por eso yo me dediqué a la televisión y a la radio". Cabe destacar que alrededor de 1960, la revista no pudo mantener su aparición de frecuencia mensual, sino que comenzó a hacerlo una vez cada tres meses. Pero en ningún momento dejó de crecer, ni decayó en su esfuerzo por ser una revista de interés general y, especialmente, cultural. De allí resulta la cantidad de espacio destinado a la reproducción de cuentos y poemas de autores locales y nacionales como Fausto Hernández, Casimiro Prieto, Hernán Gómez y Esther Rojas. Por el mismo motivo, Ecos de Rosario no dejó de sumar colaboradores como Max Factor, quien tenía una página dedicada a la belleza, Marta Casablanca, encomendada a la tarea de comentar libros recientes, Angel Biegain, a cargo de las notas sobre teatro, Carlota Garrido de la Peña, quien toma la posta de Luis E. Mejía como encargada de rescatar personalidades importantes para la historia de Rosario y Esther Marvel, abocada a reseñar los estrenos cinematográficos, por citar sólo a algunos. La historia de Ecos de Rosario es significativa porque en ella está plasmada la vida de nuestra ciudad a lo largo de cuarenta años. Su última edición fue el número 296, de julio de 1984. Entre sus páginas, sus figurines, e incluso sus avisos publicitarios, se encuentra la historia cotidiana de Rosario.
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