Santa Fe. - En esta ciudad parece haber estallado una verdadera guerra de hipermercados, al haber trascendido anteayer que la poderosa firma Jumbo ha realizado una propuesta para instalarse en la abandonada estación del ex Ferrocarril Belgrano. En tanto, persisten las controversias respecto de la ubicación de otro híper, el Libertad, en la la zona oeste de la capital provincial, inicialmente destinada a una potencial área industrial.
A su vez, la empresa Makro ha expresado sus deseos de ubicar una sucursal a la vera de la ruta nacional 168 (que enlaza con el túnel subfluvial), en el lugar donde nace la ruta provincial 1, que recorre toda la zona costera hasta Reconquista. La actual ordenanza en vigencia impide la existencia de nuevos megamercados, luego de la instalación de Wal Mart que desarrolló un gran centro de compras a la vera de la misma ruta nacional, frente al barrio El Pozo. Este emprendimiento, según los comerciantes de la zona, generó disminución de ventas y puestos de trabajo en el resto de la ciudad.
El concejal justicialista Eduardo Errante es autor de un proyecto que propicia la sanción de una ley provincial que regule la presencia de los híper en territorrio santafesino, al interpretar que las municipales no tienen suficiente apoyatura legal.
Una de las preocupaciones del edil es que este tipo de emprendimientos, al instalarse, asuma el compromiso de adquirir parte de la producción local. "Ahora no compran nada en la zona y sé que está languideciendo la producción frutihortícola de la región, especialmente del sector costero", dijo Errante. Esta posición es compartida por el titular de la CGT regional, Alberto Maguid.
Y mientras el litigio continúa en torno a la instalación del hipermercado Libertad, la sorpresiva propuesta de Jumbo, realizada a las autoridades nacionales -en este caso al ex Ente Nacional de Bienes Ferroviarios (Enabief)-, ha sorprendido a los santafesinos que, en rigor, se han ido en propuestas y planes sin encontrarle hasta el momento una salida válida a la más que deteriorada estructura de la hoy inexistente terminal de trenes, ubicada sobre el concurrido bulevar Gálvez, en el sector este de la ciudad.
En realidad, las noticias difieren, puesto que mientras unos hablan de propuesta de instalación, entre ellos el diputado nacional aliancista Carlos Iparraguirre, otras informaciones provenientes de Capital Federal sostienen que ya se ha concretado la venta y que en el lugar, además de un supermercado, se levantará un paseo de compras y un sector permanente de exposición de pinturas y esculturas, entre otros.
Un buen lugar
El lugar es inmejorable para levantar un gran centro de compras, dadas las distintas vías de comunicación rápida que se encuentran cercanas a la terminal. Es muy comprensible que Jumbo haya puesto los ojos en la vieja pero también noble estructura que se encuentra hoy abandonada y depredada por cirujas y personas sin vivienda que se han instalado en ella. La terminal está sucia, con sus ventanales destruidos y el deterioro de paredes y aberturas es mayúsculo.
Las ordenanzas vigentes impiden que en el lugar se instale un centro de compras al estilo de los de Jumbo, puesto que no debe superar los 1.500 metros cubiertos. Además desde ayer comenzó a insistirse en que es imprescindible preservar la estructura misma del edificio de la terminal, levantado a comienzos del siglo pasado.
El principal problema con el que tropieza la ciudad es que se está hablando de una estructura y un terreno que son de la Nación. Y no siempre es fácil hacer coincidir los intereses centrales con los del "interior".
En lo que refiere a la presunta instalación de Libertad, el litigio aún no terminó. La ordenanza no permite su habilitación, pero el intendente Marcelo Alvarez señaló que es la primera propuesta concreta de inversión que ha recibido desde que asumió.