El seleccionado Sub 17 de Venezuela logró anoche un histórico triunfo por 2 a 1 sobre el de Argentina, el primero que logra ante este rival en cualquier nivel, en el encuentro correspondiente a la quinta y última fecha del grupo A, clasificatorio para el IX Campeonato Mundial de la categoría. Venezuela le puso así un broche de oro a su participación en el Sudamericano, ya que también le había ganado en el debut al otro grande del Río de la Plata, Uruguay, por 3 a 2. Argentina pagó tributo a no alinear a varios de sus titulares, una decisión del técnico Hugo Tocalli que recuerda a la de Daniel Passarella en el 0 a 3 ante Estados Unidos por la Copa América 95. Claro que el equipo albiceleste tenía la clasificación casi asegurada, ya que a pesar del resultado adverso igual superó a los venezolanos por mejor diferencia de gol (Argentina tiene una diferencia de +2, mientras que el conjunto Venezolano tiene -1), pero esto no excusa el bajo rendimiento del equipo argentino. Es cierto que Argentina no mereció perder y que en el momento del segundo gol venezolano -un soberbio tiro libre de Evelio Hernández- era claro dominador, pero la realidad se encargó de indicar que la suerte del partido terminó favoreciendo a Venezuela. También es real que desperdició la primera etapa, en la que tuvo muy pocas llegadas, lo que quedó claro cuando ingresaron Carlos Tévez y Paulo Rosales para marcar el desequilibrio. Justamente, una muy buena jugada de Tévez derivó en el penal que le cometió Wasmir Hernández, a los cinco minutos del segundo tiempo, que Paulo Rosales, con total tranquilidad, transformó en gol. Venezuela estaba obligada a salir a buscar el partido, es por eso se animó un poco más en pos de la igualdad, la que logró siete minutos después con un poco de buena fortuna, ya que dos defensores argentinos no pudieron interceptar un centro de Oswaldo Chaurant, quien empató con un zurdazo cruzado haciendo estéril el esfuerzo del arquero argentino. Los goles animaron el partido y allí se vio lo mejor de la Argentina. Tévez y Rosales desequilibraban por habilidad, en tanto Zabaleta y Mattiuzzo aportaban su llegada por sorpresa. Así, sucesivamente, Tévez, Sangoy, Patricio Pérez García y Rosales perdieron la chance del segundo y, por aquello de que los goles que no se hacen en el arco rival se pagan en el propio, lo terminaron lamentando a dos minutos del final. Y fue cuando Evelio Hernández le puso brillo al creciente fútbol venezolano al derrotar con un formidable derechazo, de tiro libre, al estático arquero Lucas Molina. Argentina, sin jugar un buen partido, pudo haberse quedado con la victoria, pero quien terminó festejando fue el conjunto venezolano, el que más allá de los tres puntos logró un triunfo histórico.
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