Le rezan a la Virgen en una plaza y ya son una asociación

Todos los sábados,a partir de las 19.30, el rosedal de la plaza Las Heras se convierte en escenario de un singular encuentro: allí, los vecinos se autoconvocan para venerar, sin que medie oficio religioso alguno, la imagen de la Virgen de San Nicolás.
Por lo menos 30 personas se juntan en el lugar desde hace algo más de un año para hermanarse en el rezo del rosario. Los encuentros son semanales y los 25 de cada mes, días en los que agradecen a la Virgen "sus bondades", piden por sus necesidades y rezan "por los habitantes de esta comunidad, los enfermos, los más necesitados, los desocupados, las familias y los jóvenes", tal cual lo consignan en las convocatorias escritas que distribuyen por el vecindario.
"Se equivoca quien piense que el común de los cristianos se puede conformar con una oración superficial, incapaz de llenar su vida. Especialmente ante tantos modos en que el mundo de hoy pone a prueba la fe, no sólo serían cristianos mediocres, sino cristianos con riesgo, correrían el riesgo insidioso de que su fe se debilitara", dicen los feligreses parafraseando a su Santidad Juan Pablo II.
La iniciativa ya tiene forma institucional. Ellos conforman la Asociación de Peregrinos de la Virgen del Rosario de San Nicolás, y aseguran que su vocación son "las personas concretas, su felicidad y bienestar". Por eso, dicen, forman parte de la asociación y a través de la "ayuda social directa" tratan de llevar la palabra a los vecinos y promover "la civilización de la verdad y el amor".
La intención es "recuperar la soberanía política que termine con la humillación de nuestro pueblo y para que veamos en los más necesitados de justicia y de amor nuestra tierra de misión, y nos dispongamos a tender puentes, achicar distancias, acercar, unir".
El grupo se conformó el 25 de enero de 2000. Hilda Tovar recuerda que en aquella oportunidad se realizó una procesión con antorchas por el mismo barrio. Un barrio, según ella, "muy unido, y mucho más ahora".
Según Norma Gambandé, la asociación de peregrinos es una parte de la orden de María del Rosario de San Nicolás, que tiene como carisma la unión de la fe con la política. "No trabajamos adentro de ninguna parroquia, sino afuera, y sobre todo en la evangelización de la política”, abunda, para asegurar que "con la oración vamos logrando una amistad, una solidaridad, una acción en cada uno de nosotros que es realmente indescriptible".