Año CXXXIV
 Nº 49.052
Rosario,
sábado  10 de
marzo de 2001
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Aftosa
Con la jeringa en la mano y la bronca a flor de piel
Productores del sur provincial fustigan el accionar oficial en el manejo de la crisis. Historias al pie del cañón de un combate que recién comienza

Para los productores del sur santafesino, la angustia que les depara el nunca admitido brote de aftosa no puede quedar impune. Una vez encaminados los controles con la doble vacunación de los rodeos, la gente de campo vuelve sus miradas en busca de responsables. Ahora quieren saber por qué nadie advirtió la vulnerabilidad del status de país libre de aftosa sin vacunación que tanto les costó alcanzar.
A esta altura de los acontecimientos, y superado el incoherente silencio al que se adscribió el tema en un primer momento, ya no les queda dudas de que haber dejado de vacunar fue más el anuncio para una foto que una decisión operativa. Además, insisten en que se conozca con claridad cuál fue la ruta de entrada del virus a nuestro país.
El diputado provincial Alfredo Cecchi sostuvo en un pedido de informes que "hay poderosos empresarios agropecuarios que poseen campos en Paraguay y la Argentina, y que logran abultadas diferencias económicas ingresando ganado paraguayo, tanto porque lo contrabandean como por la diferencia de precio entre un mercado y otro".
Como Paraguay es un país en el que aún se vacuna, los animales que exporta llegan inmunizados a convivir con las reses argentinas, que sólo cuentan con una memoria inmunológica para hacer frente al temible virus, ya que la última vacuna aquí se puso hace dos años, explicó Jorge Dupuy, un veterinario de larga trayectoria en calidad de leche. Además, aclaró que la enfermedad afecta básicamente a los animales jóvenes.
Enrique Klein, el productor de Venado Tuerto que puso en el mes de febrero último el dedo en el ventilador para denunciar la existencia de la enfermedad, asegura que cuando se dejó de vacunar no se cumplieron con medidas adicionales como sucede en otros países: "No se hizo un buen control de fronteras, ni un buen seguimiento, algo falló". Entre las estrategias pendientes faltó un trabajo junto al productor, ya que algunos no veían la enfermedad desde hace dos décadas, acotó.
En la actualidad, en los departamentos de General López y Caseros ya se vacunó a todo el ganado y está en camino la segunda dosis, claro que recién se podrá completar cuando haya vacunas disponibles. Biogénesis, el único laboratorio que sigue produciendo en el país después de que la aftosa fuera declarada enfermedad del pasado, está trabajando a marcha forzada.
Para Norberto Manelli, productor e integrante de la Unidad Ejecutora Local de Firmat el dato no es menor: "Si no se elimina la aftosa, vamos a volver a las vacunaciones regulares que tendremos que pagar nosotros que durante nueve años pagando para eliminarla, y por falta de controles del Senasa tal vez tengamos que hacernos cargo nuevamente", comentó.

¿Qué pasó?
Klein dice que es importante indagar sobre lo que pasó, "habrá que ver quién paga los costos, por qué se produjo, si fue acertada la decisión de suspender la vacunación, y esclarecer si hubo responsable o no de la política de silencio que dejó a los productores desarmados, ya que el no haber trasmitido lo que estaba pasando ayudó a que la epidemia se trasmitiera más rápidamente".
Para Klein la zona de su campo del distrito San Eduardo aún es riesgosa y hay preocupación porque no alcanzan las vacunas para dar la segunda dosis. Según los productores, en la zona comprendida entre Amenábar y Venado Tuerto hubo unos doce establecimientos que fueron severamente afectados y la cantidad de rodeo que resultó afectada en esas circunstancias todavía no se puede precisar.
"Nosotros tuvimos aftosa", dijo Klein, y su afirmación no deja lugar a las especulaciones que aún se hacen desde las esferas oficiales para admitir el brote. Una vez detectado el virus, el productor venadense buscó el vínculo entre sus vacas y lo encontró en el rodeo de un vecino que unos días antes se habría contagiado a través de un contratista rural que hacía rollos de heno. Ese había estado trabajando en un campo del sur de Córdoba que ya tenía aftosa \Desde que se declaró la enfermedad en la zona de Venado Tuerto - el pasado 12 de enero- los rodeos están inmovilizados. Sin embargo, en aquellos establecimientos que no fueron afectados por la aftosa se permite enviar los animales directamente al frigorífico.

La ruta del virus
El Paraguay y la fronteras con Brasil y Bolivia suelen ser el punto final al que se arriba tratando de desandar la ruta del virus. El flamante proyecto de prevención regional las denomina "zonas buffer de frontera", y constituyen uno de los dos frentes en los que se dará la batalla a la aftosa. El otro sector llamado "de restricción", lo forman las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa.
En julio del año pasado ya se conocieron los nombres de los grandes productores de Buenos Aires y un consignatario de hacienda que trajeron ganado desde el Paraguay, y originaron el brote de aftosa en la zona de 9 de Julio y Bolívar. Según Dupuy, el gobierno es corresponsable porque a través del Senasa permitió el tráfico de animales en una zona que se sabía problemática. Incluso alguien habría alertado al mismo presidente: "El Paraguay es una bomba de tiempo", pero nadie lo escuchó.
"Fue como inyectar el virus en el corazón ganadero de la pampa húmeda, que comprende el sur santafesino, el nordeste de Córdoba, el norte de Buenos Aires y el nordeste de La Pampa, y que están a cientos de kilómetros de la frontera.
Para Manelli, fueron muchos los organismos que hicieron vista gorda al contrabando, ya que es imposible pensar que de pronto Formosa, que cría unos 80 mil terneros anuales, en el último año estuvo enviando más del doble. "Que yo sepa las vacas no parieron trillizos", disparó el productor de Firmat, y se preguntó por el anunciado seguro por dos millones de dólares que había anunciado Senasa para hacer frente a algún brote de aftosa.
En el distrito San Gregorio, Omar Maurizi relata que en agosto del año pasado, con la primera aparición del virus en Villegas, los productores de esa zona solicitaron a la Asociación de Productores del Sur de Santa Fe que realice gestiones ante la Fundación para el Control y Erradicación de la Fiebre Aftosa (Fucefa), del departamento General López. La respuesta fue que no era necesario hacer nada.
Pero ante la difusión sobre fin del año pasado de brotes en los distritos bonaerenses al sur de la ruta 7, Senasa estableció un anillo sanitario, vacunó, inmovilizó el ganado y suspendió remates y ferias. Para Maurici ya es hora de buscar alternativas, como un manejo sanitario diferenciado permitiendo la vacunación de rodeos lecheros y la opción de hacerlos con el ganado cuya carne se destine a consumo interno o exportación. "Esta posibilidad de elección neutralizaría la sensación de discriminación que perciben las distintas zonas del país", explicó.
Pero no fueron las únicas advertencias sobre los riesgos. Manelli también formó parte de una delegación también integrada por representantes de Venado Tuerto, Rufino, Villa Cañás y Chañar Ladeado, que hace menos de un año viajó a Buenos Aires "a pedir por favor una presencia más activa del Senasa en el campo, porque había falta total de controles y falta de personal a campo pero con superpoblación en las oficinas". Tampoco hubo respuesta.
La unidad ejecutora que integra Manelli, y abarca los distritos de La Chispa, Carmen, Murphy, Chovet, Melincué, Carreras, Labordeboy, Firmat, Cañada del Ucle y Miguel Torres, hasta dos años atrás tenía como función coordinar la vacunación contra la aftosa y ahora se ocupa de monitorear el plan de brucelosis.



Las vacunas van y vienen en el sur de Santa Fe.
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