Un memorando elaborado en octubre de 1978 por la CIA dijo que la elección al Papa de Juan Pablo II, un nativo de Polonia, entonces arzobispo de Cracovia, sería "extremadamente preocupante para Moscú" porque le sería más difícil integrar más estrechamente a los polacos en un sistema de alianza comunista dominado por los soviéticos. "La elección de un Papa polaco contribuirá a un aumento del nacionalismo en el este de Europa", dijo el informe de inteligencia estadounidense. Dos años después, el movimiento político sindical Solidaridad, de Lech Walesa, generó oleadas de protestas sociales que condujeron a la caída del comunismo en Polonia y, varios años después, en el este de Europa.
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