Año CXXXIV
 Nº 49.052
Rosario,
sábado  10 de
marzo de 2001
Min 23º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El titular de Planeamiento había dicho que se enteró del tema por el diario
De la casona ya no queda nada y Bonet dio el okey para la demolición
El derrumbe del histórico inmueble del Paseo del Siglo fue obra de un funcionario del área. Llamativos silencios

Silvina Dezorzi

La sentencia de muerte de la casona de Córdoba 1646, que ayer ya había sido casi íntegramente demolida, fue firmada el 10 de enero pasado por el propio secretario de Planeamiento, Sebastián Bonet, según una copia del expediente a la que accedió La Capital. Sin embargo, el 23 de febrero el mismo funcionario declaraba que se había enterado del otorgamiento del permiso de derrumbe dos días antes por una nota publicada en este diario y que él "nunca habría demolido la casona".
Pese a ello, su firma y sello aparecen estampados bajo la rúbrica del titular de Obras Particulares, Gustavo Cecconi, en una nota remitida al director del Area Centro, Fabián Có. La carta que ambos firman le informa a Có que Planeamiento "considera agotadas las instancias de preservación del inmueble" y que no se hallan "motivos para seguir manteniendo denegada la solicitud de demolición".
La histórica casa estaba ubicada en pleno corazón del Paseo del Siglo, creado especialmente por la propia Municipalidad para preservar los estilos del patrimonio urbano en ese sitio clave de la ciudad. La vivienda, construida por los arquitectos Tito y José Micheletti en los años 20, fue testimonio de toda una época y hasta hace poco funcionó como pensión de las hermanas franciscanas educacionistas.
Aunque muchos dueños pasan largo tiempo hasta obtener un permiso de derrumbe, las "instancias" para la casona se agotaron llamativamente en apenas 27 días: el pedido de demolición total ingresó a Planeamiento el 14 de diciembre pasado y el permiso llegó el 10 de enero.
Las suspicacias surgen porque la demolición -y por ende el pedido de autorización- fue una obra particular del arquitecto Ademar Cerfoglio, a la vez titular de la Oficina de Proyectos de la misma Secretaría de Planeamiento. El dato no pasó por alto en el Concejo, que en su penúltima sesión aprobó un pedido de informes bajo la sospecha de que la piqueta cayó sobre la casa gracias al "tráfico de influencias".
La copia del expediente a la que accedió La Capital consta de una nota firmada presuntamente por Cecconi, sin sello, y por Bonet, cuyo sello sí es claramente legible. En ella se afirma que no se encuentran razones para seguir negando el permiso de demolición porque "Planeamiento considera agotadas las instancias de preservación del inmueble".
Pero los extenuantes esfuerzos de este diario desde hace dos semanas para llegar hasta el original del expediente (un documento público, en poder de Investigaciones Administrativas), fueron en vano. Tampoco se logró que Bonet admitiera o refutara que es su firma la que finalmente autorizó la demolición.
"El secretario dice que el expediente está en Investigaciones Administrativas y por respeto no va a hacer más declaraciones", repitió fielmente la secretaria del funcionario, luego de que La Capital hiciera guardia dos horas ante la puerta de Planeamiento y pidiera ser atendida reiteradamente por teléfono.

Un perito, aquí
Pese a ello, fuentes inobjetables de Planeamiento admitieron que la sentencia obtuvo el okey de Bonet, aunque no es habitual que los permisos de demolición lleven su firma, y el propio subsecretario del área, Eduardo González, admitió frente al documento que se trataba del sello de su superior, aunque la rúbrica, no tan nítida en la fotocopia, pudiera haber sido sólo un visto bueno del funcionario.
Por su parte, la directora de Investigaciones Administrativas, Julia Cardozo Villa, anticipó que probablemente el lunes próximo emita su resolución sobre los procedimientos que se siguieron para autorizar la demolición de la casona, pero se excusó de responder si la firma de la nota en cuestión era de Bonet por no recordarlo. Según aclaró, el expediente no se encontraba anteayer en su área específica, sino que había sido remitido a Gobierno, donde tampoco ayer pudo accederse al original.
Aunque la demolición en sí es un tema terminado porque la casona del Paseo del Siglo ya no está, queda el interrogante de por qué Bonet dijo que él "no la hubiera demolido" e intentó despegarse así de una decisión que aparece en un documento público acompañada de su firma.



La demolición de la casona es un hecho consumado.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Opinión: ¿Dónde está el piloto?
Diario La Capital todos los derechos reservados