Más de una década de historia en Villa Banana

El Foro de Convivencia de Villa Banana se implementó sobre la base de trabajo que desde hace más de una década lleva adelante un grupo denominado Mensajeros de Jesús y operadores de Villa Banana, en el que participan activamente los vecinos del barrio.
El grupo comenzó su trabajo en una laguna basural, ubicada a la altura de 27 de Febrero y Río de Janeiro, que rellenaron con carretillas. Uno de los impulsores fue el sacerdote Walter Curi, quien fue trasladado al poco tiempo, pero los vecinos continuaron la obra.
Sobre los terrenos ganados al basural, hoy se encuentra una cocina, en la que se preparan alimentos para 400 chicos y la copa de leche que se da tres veces por semana, según rindan las raciones. Además cuenta con un espacio abierto y dos salones amplios, donde se brinda apoyo escolar y entre otras actividades también se realizan las reuniones del foro.
El grupo ya mantenía ollas populares en el año •89, antes de que se produjeran los saqueos.
Todo se construyó de a poco, en su mayoría en base a dinero recolectado en peñas. "Recibimos una sola donación, de ladrillos, que hizo el padre Elmo Gorza", recordó Susana, una de las primeras impulsoras. Con ese material se comenzó a levantar una habitación que funcionaba tanto como capilla como de salón de apoyo escolar o catequesis.
El trabajo que realizan hoy lo llevan adelante unas 50 personas, de las cuales sólo un grupo logró obtener un rédito por sus tareas a través de los planes de trabajo del gobierno. El resto son voluntarios.
"Trabajamos en base a la dignidad de toda persona, a pesar de las condiciones de vida que tenemos", señaló Susana Abalo, una de las primeras colaboradoras junto a su esposo, Eduardo Bruceti. Susana sostiene que el 2000 "fue un año de lucha y logros para Villa Banana". Considera que los vecinos conocen sus derechos "y cuando se recuperan por ejercicio, no se los suelta más", con lo que augura un año mejor.
El grupo trabajó sobre las problemáticas que atraviesan el barrio. Por eso, el año pasado, algunos de sus miembros concurrieron a clases en la Facultad de Derecho donde distintos profesionales le brindaron asesoramiento sobre seguridad e inseguridad, derechos ante una intervención policial, trato en las cárceles, género y sida.
Los más viejos del grupo consideran que con el proyecto del Foro de Convivencia el trabajo se fortaleció, ya que recibieron el aporte de pautas claras y concretas que ayudaron a la organización y la forma de manejarse ante los conflictos.