El presidente Fernando de la Rúa solicitó ayer la renuncia a todos sus ministros y secretarios de Estado con el fin de renovar y dar un definitivo impulso a su gobierno, en un año crucial para el destino de la Alianza, luego de la crisis desatada por la dimisión del titular del Palacio de Hacienda, José Luis Machinea. Anoche existían dos puestos clave que tenían nombre y apellido: el pase del ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, a Economía y la permanencia de Chrystian Colombo como jefe de Gabinete. López Murphy, un economista radical que defiende la ortodoxia fiscal, respondería recién hoy a De la Rúa, a su regreso de Francia, ya que suspendió un viaje a Chipre, donde tenía pensado visitar tropas argentinas de las Naciones Unidas. El hermetismo fue tal, que hasta los familiares del funcionario aseguraron no tener información sobre el tema. Luego de que se oficializara en Olivos -tras más de 24 horas de silencio- la renuncia de Machinea, la Jefatura de Gabinete informó sobre el pedido del presidente. Se especula que en el transcurso de hoy se irán anunciando las modificaciones en el equipo de colaboradores de De la Rúa. Ante la falta de un vocero de la Casa Rosada, fue la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, la encargada de confirmar el ofrecimiento de la cartera de Economía a López Murphy, al abandonar anoche la residencia presidencial. Además, le bajó los decibeles al anuncio de una reestructuración en el gabinete. "El jefe del Estado quiere cambiar la imagen, recuperar la confianza e impulsar una definitiva reactivación de la economía, que le permita llegar en buena posición a las elecciones legislativas de octubre próximo", se comentaba en los pasillos de la quinta de Olivos. La cuestión fue tratada durante distintos encuentros que el presidente mantuvo, entre otros, con los ministros del Interior, Federico Storani; de Justicia, Jorge de la Rúa; de Trabajo, Patricia Bullrich, y Fernández Meijide, además del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini (recién llegado de España). De todas formas, se tendió un puente directo entre Olivos y los dos jefes partidarios: Raúl Alfonsín (UCR) y Carlos Chacho Alvarez (Frepaso) con el fin de contar con esos avales para los cambios. De la Rúa quiere ampliar la participación del Frepaso -el Frente Grande sentará hoy posición sobre los anuncios (ver página 13)- en el gobierno. Se llegó a hablar incluso de que la Secretaría General de la Presidencia quede para alguien de esa fuerza -¿Darío Alessandro?-, si es que su titular, Horacio Jaunarena, pasa a reemplazar a López Murphy en Defensa. También Domingo Cavallo -quien el viernes se reunió con Colombo- habría pasado por Olivos para conversar con De la Rúa sobre su posible ingreso como jefe del Banco Central, si se logra el desplazamiento de Pedro Pou. A partir de ese momento, las versiones quedaron a la orden del día. Bullrich se anticipó a todos y fue la primera en poner su renuncia a disposición del presidente. Lo cierto es que De la Rúa no desplazaría a todo su elenco sino que haría algunos cambios sustanciales. Permanecerían en el gobierno López Murphy, Colombo y Bullrich, y serían reemplazados algunos funcionarios cuestionados, como la frepasista Fernández Meijide y el titular de Salud, Héctor Lombardo. Sin embargo, nada se mencionó oficialmente. En rigor, la partida de Meijide no haría otra cosa que confirmar insistentes versiones que circularon desde el viernes a la noche, las que obligaron a la propia funcionaria a desmentirlas. Quien parece haber perdido terreno es Colombo, a quien no pocos aliancistas -entre ellos Alfonsín- prefieren que permanezca en su actual cargo, frente a la buena imagen de López Murphy en los mercados internacionales. Además, Colombo quería un respaldo político que implicaba que el Frepaso desistiera del proyecto de reforma previsional e introducir algunos otros cambios en el gabinete, que alcanzaban a Meijide. Si bien no se descarta la designación de Cavallo al frente del Central, López Murphy se resistiría a la presencia del líder de Acción por la República en la esfera oficial. El rechazo sería aprovechado por los rivales del ex jefe del Palacio de Hacienda para sumarse a la condición de López Murphy y así "tragar un sapo menor: Adolfo Sturzenegger (un ex radical que milita en el cavallismo)", admitieron fuentes confiables, a quien colocan en la lista de espera. No obstante, nadie puede asegurar si otros funcionarios serán removidos, o si la iniciativa oficial quedará acotada a los cargos en cuestión. Mientras, se mantienen abiertos otros dos interrogantes de peso: con qué panorama económico se encontrarán mañana los argentinos y cómo reaccionarán los mercados. Por lo pronto, el vocero presidencial, Ricardo Ostuni, se refirió a las condiciones del reemplazante de Machinea, de acuerdo a los deseos de De la Rúa: "Alguien que pueda llevar a cabo el perfil de crecimiento de la economía y recuperación del país". La posibilidad de que Nicolás Gallo retorne al gobierno como sucesor de López Murphy pareció virar de objetivo y apuntar al actual secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, quien también volvería a un ámbito conocido que lo tuvo como secretario desde 1983 y como ministro del 86 al 89. López Murphy, Sturzenegger y Rodríguez Giavarini, (junto a Francisco Mezzadri) integraron el equipo económico del ex candidato presidencial del radicalismo en 1989, Eduardo Angeloz. En tanto, De la Rúa mantuvo ayer nuevos contactos telefónicos con López Murphy y otros dirigentes para analizar la segunda crisis institucional de importancia. La primera fue el 6 de octubre de 2000, con la renuncia de Alvarez a la vicepresidencia. Así las cosas, la espera sigue marcando el pulso de la convulsionada realidad del gobierno aliancista.
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