En la vida de la coalición de gobierno entre el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna, la alianza con Herri Batasuna (HB), el brazo político de ETA, en 1998 sigue siendo un motivo de autocrítica permanente. Casi un mea culpa. Luego de que el lehendakari Juan José Ibarretxe anticipara los comicios que estaban programados para el otoño boreal del 2002 para el 13 de mayo, el vocero de HB, Arnaldo Otegi, expresó que aportarían sus votos a "un proyecto de construcción soberanista". Esta sola mención encendió la mirada y el discurso de Gorka Knörr Borras. "Eso es falso. Ellos saben, porque han hablado mil veces con nosotros, que tenemos un proyecto en el que estudiamos la situación del país y en el que hacemos propuestas sensatas para llevar al país hacia la autodeterminación. Lo que no puede pretender el señor Otegi ni nadie que tenga dos dedos de frente es que nos vamos a sentar a una mesa con señores que cada vez que hay un muerto miran hacia otro lado. No habrá ningún acuerdo político mientras miren para otro lado en el tema del desprecio a la vida y ese amor que tienen por la violencia", aseguró el político vasco. -¿El diálogo con Herri Batasuna está cerrado? -Dialogar, hay que dialogar con todo el mundo. Mientras haya un problema de violencia tenemos que tener la predisposición para dialogar con todo el mundo. Otra cosa es llegar a acuerdos políticos. Nosotros no vamos a llegar a ningún acuerdo político con una fuerza que no rubrica una apuesta sin fisuras por las vías democráticas, que es lo que hizo cuando llegamos a un acuerdo legislativo. Cuando ETA vuelve a las armas y HB no lo condena, fue cuando rompimos con ellos. -La problemática del País Vasco es compleja. Populares y socialistas condenan al gobierno vasco porque negocia con ETA y su entorno. Por el otro lado Herri Batasuna los condena por ser antisoberanistas. ¿Cuántas personalidades tiene este gobierno? - Y eso no es todo. Se complementan perfectamente. Esa es la gran tragedia que tenemos. Si unos dicen que somos unos flojos porque dialogamos con estos, y los otros dicen que somos unos tibios porque lo hacemos con los otros... entonces en el medio debe estar la solución.
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