Ingenieros ambientales, técnicos en seguridad industrial e incluso abogados que comenzaron a patrocinar a los consorcios aseguran que las compañías de cable usan -y no pagan- la electricidad en la mayoría de los edificios de Rosario y engañan a los dueños de los departamentos, que la estarían abonando desde hace años.
"Ninguno de los amplificadores que se ven en las terrazas -las cajas desde donde salen los cables a los televisores- cuenta con medidor propio, y en todos los casos toman la energía común de los edificios como si fueran un ascensor más, o la luz del palier, o la bomba de agua", aseguró el ingeniero Vicente Membrado, experto en seguridad industrial, tras un relevamiento.
El abogado Horacio Allende Rubino, profesor de la cátedra de Derecho Agrario y Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), señaló: "Los cálculos que estamos haciendo indican que las compañías de cable, a lo largo de todos estos años, habrían ahorrado millones de pesos. Creemos que los consorcios están en derecho de hacerles juicio y pedir que les devuelvan el dinero".
Las cajas instaladas en las terrazas -que reciben la señal madre y la amplifican para que llegue con nitidez a los departamentos- no son las únicas. Hay otras en los postes de luz de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), que tampoco tienen medidores, pero que sin embargo la EPE -en base a una ponderación- les cobra a las compañías cerca de 15 pesos mensuales por consumo por cada una, según precisó el subinterventor de la empresa provincial, Sebastián Chiola, a La Capital.
Algunos números
En Rosario se cuentan cerca de 4.000 edificios de oficinas y departamentos, 2.500 de ellos -que iniciaron los trámites por ascensores- ya están registrados en la Municipalidad. Las empresas de cable no tienen montados amplificadores en todos, pero sí en un 75 u 80 por ciento, según se estima, ya que en algunos casos -cuando las cajas están pegadas a la medianera- abastecen a los abonados de dos edificios.
Un cálculo preliminar arroja cifras importantes: si las tres compañías (Cablevisión, Multicanal y Cablehogar) eluden el pago de esos 15 pesos, de haber 3.000 amplificadores en edificios la suma ascendería a 45.000 pesos por mes, 540.000 al año y 2,7 millones a lo largo de cinco años.
Eso nada más que en Rosario. ¿Y si la misma situación se repitiera en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba y el resto de las grandes ciudades dominadas por los mismos operadores, excepto Cablehogar? ¿Cuánto es lo que Cablevisión y Multicanal habrían cargado ya a la cuenta de la gente y ahorrado de pagar? \"Hay que tener presente que las familias perjudicadas no son solamente las abonadas al servicio, sino todas las que viven en cada edificio. Aunque en cifras pequeñas, eso también es verdad. Pero no es un detalle menor", señaló Membrado.
Correspondían medidores propios
Membrado opinó que las empresas omitieron realizar un trámite correcto, que hubiera sido gestionar ante la EPE un medidor propio en cada uno de los edificios para que se le terminara facturando a su nombre. Y que optaron por una salida más rápida y por lo tanto menos onerosa: conectarse a la línea general.
"No sé si llamarlo hurto de energía -dudó Membrado- porque en definitiva el consumo alguien lo paga. Pero se está engañando a la gente", opinó.
Allende Rubino se detuvo a hacer hincapié en "casos más graves y complicados que se podrían estar dando": por ejemplo, en aquellos edificios que pagan la electricidad de un amplificador que abastece a uno o dos edificios más, con decenas de conexiones.
Para el abogado "podría haber delito de estafa hacia los consorcistas", salvo que las empresas de cable hayan obtenido en su momento un contrato u autorización de los propietarios. "En ese caso, no se podría reclamar nada, pero hasta ahora no vi ningún documento que diga eso".
La Ciudad
