Dos violentos robos a mano armada en casas particulares, de los que fueron aterrorizadas víctimas las familias que allí viven, se registraron en Rosario en un lapso de 24 horas. Uno de los casos, registrado en la vivienda de un constructor del barrio de Fisherton, tuvo lugar ayer a la mañana. En apariencia los maleantes no encontraron en ese inmueble lo que pensaban y huyeron con poca plata. Pero donde sí dieron un importante golpe fue en una casa de barrio Azcuénaga, en la zona oeste, de la que el miércoles se llevaron 15 mil pesos en efectivo luego de dominar, pistolas en mano, a las tres personas que allí estaban (ver aparte).
El atraco de ayer, en Fisherton, fue protagonizado por tres delincuentes que tras mantener amenazados de muerte a los ocupantes de la casa escaparon llevándose como botín más de 600 pesos en efectivo, un teléfono celular y alhajas.
El robo ocurrió alrededor de las 8.30, en la finca ubicada en Brassey 7573, cuyo propietario es el constructor Claudio Avendaño. Fuentes policiales contaron que los delincuentes se presentaron en la vivienda justo en el momento que una persona conocida de la familia había tocado timbre.
Los delincuentes aprovecharon la presencia de esa persona para acercarse y, una vez que el dueño de casa abrió el portón de calle, ingresaron en forma violenta. De esa forma, Avendaño y su amigo fueron conducidos hacia el interior de la casa donde estaban su mujer y dos hijas menores.
Según los pocos datos que trascendieron, los maleantes en ningún momento golpearon o agredieron a sus víctimas. De todas maneras se mostraron firmes en sus intenciones de apoderarse de los objetos de valor. En un breve diálogo con La Capital, Avendaño explicó que los ladrones "se llevaron algo de dinero y relojes".
"No quiero hacer declaraciones sobre lo que ocurrió. Lo único que hice fue tranquilizar a mi familia, a mis hijas. No pasó nada. No nos hicieron daño. No tengo la menor idea de quienes fueron; tampoco me interesa saberlo", fueron las únicas palabras del jefe de familia cuando fue abordado por este diario.
Según fuentes policiales, los integrantes de la banda habrían escapado en motocicleta. La calle Brassey a esa altura desemboca en el terraplén de avenida Circunvalación. Los investigadores evaluaban que los maleantes habían utilizado esa vía para escapar.
Voceros de la Unidad Regional II contaron que Avendaño, quien es un alto directivo de la empresa constructora Aldea, había recibido la noche anterior la visita de un empleado que le solicitó un adelanto de sus haberes. Al parecer, el empresario le habría dicho que pasara la mañana siguiente por su casa; es decir, ayer.
"Tal vez alguien pasó una información errónea de que en la casa habría dinero para el pago de sueldos. Pero a juzgar por el dinero que se llevaron, esa información era falsa", comentó un allegado a la investigación.
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La Ciudad
