Año CXXXIV
 Nº 49.037
Rosario,
viernes  23 de
febrero de 2001
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Reflexiones
Los patitos feos de la educación

Cecilia Kolic (*)

Mucho se habla acerca de la discriminación. En los últimos años, cada vez son más las voces que se alzan en su contra: los jóvenes denuncian a los patovicas de las disco, las mujeres hacen oír sus voces de protesta frente a los atropellos machistas, los homosexuales se unen en defensa de su dignidad, los extranjeros muestran la xenofobia de que son objeto... Pero la relación entre denuncia y conciencia sigue siendo abismal. Un ejemplo lo constituye la educación para adultos.
¿Quién no escuchó ésta u otra frase parecida?: "¡Aunque sea en la nocturna, pero vas a terminar la escuela...!". Amenaza, conflicto, desesperanza, culpas, frustración acosan a los protagonistas -padres e hijos- de estas historias cotidianas. Y en este decir, en este sentir, se ignora una realidad que no por dolorosa es inexistente.
En agosto del año pasado, los diarios publicaban datos oficiales que daban cuenta que en la Argentina más de la mitad de los adultos no pasó de la escuela primaria. Son 9.120.000 personas que tienen la primaria completa o incompleta o que nunca fueron a la escuela. Sólo el 14,1% de los adultos terminó el secundario.
Si más de la mitad (exactamente el 54%) de los adultos que tienen entre 20 y 64 años no ha asistido o no ha concluído sus estudios secundarios, el alumno adulto actual, ¿es portador del fracaso de quién? La sociedad argentina en su conjunto, ¿qué tiene para decir al respecto? ¿Seguirá pensando que "la nocturna" es una especie de desgracia que llega a la familia como una enfermedad satánica? ¿Se la continuará utilizando como el cuco del adolescente que no estudia?
El viceministro de Educación de la Nación Andrés Delich se refirió oportunamente a este fenómeno como "situación vergonzosa", y ¿de quién es la vergüenza? ¿Se seguirá cargando sobre las espaldas de los alumnos? ¿Se puede insistir en la irresponsabilidad o la vagancia de los estudiantes? ¿Por qué cortar el hilo siempre por lo más delgado?
Lo cierto es que la matrícula de las escuelas de enseñanza media para adultos se incrementa año tras año y esto desmiente el mito de la vagancia y el facilismo. Quien noche a noche, luego de trabajar 10 o 12 horas, se sienta a tomar clases, no es precisamente un haragán.
Pero en forma inversamente proporcional aparece la respuesta de los verdaderos responsables del fracaso escolar: ante la apabullante cifra de más de nueve millones, el gobierno responde con 20.000 becas y el anuncio de un plan para que 360.000 jóvenes puedan terminar la secundaria. En estos tiempos de globalización, competencia abierta, libre mercado y afines, en que se nombran "gerentes" para dirigir los ministerios de acción social (salud, vivienda, educación...) ¿no sería hora de aplicar lo aprendido en la Universidad (ya que pudieron acceder y concluir estos estudios superiores) y acortar esta distancia abismal entre oferta y demanda? ¿O es que la famosa ley de los mercados no rige aquí? O peor aún, ¿se debería pensar que no han sido "buenos alumnos" secundarios y universitarios estos actuales funcionarios?
Con estas cifras a la vista, ha llegado el momento de correrse de lugar al mirar la educación de adultos. El "patito feo" era uno entre muchos, diferente, marginado por diferente, y portador inconsciente de un destino exitoso (será un bello cisne blanco). Nuestros "patitos feos" de la educación argentina son millones entre pocos (sólo un 4 % de la población son graduados universitarios) y la posibilidad del destino exitoso está en riesgo.
¿No será que el fracaso en cuestión es inherente a quienes son las manos ejecutoras de la implementación de políticas de recorte, vaciamiento y ajuste traducidas en salarios indignos, escuelas sin equipamiento, inseguridad laboral, desempleo y un discurso dominante perverso y mentiroso? La escuela de adultos es un espacio imprescindible para hacer posible la transformación del patito feo. Un lugar que crece a pesar de todos los embates externos. ¿Habrá millones de cisnes en la Argentina del futuro?
(*)Profesora en letras de la Escuela de Enseñanza Media Para Adultos (Eempa) Nº1147 de Rosario


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