Javier Parenti
El Equi es la pieza central de los auriazules. De su juego depende en gran parte el funcionamiento ofensivo del Patón, ya que precisamente esa es la apuesta táctica para el torneo Clausura y la Copa Libertadores de América. Y Ezequiel González está encendido. Pero no solamente con su habilidad natural, esa que lo distinguió desde que asomó en la primera canalla, sino que ahora le sumó la veta de goleador.
"Realmente me siento muy bien y para eso fue fundamental haber hecho una muy buena pretemporada en Córdoba. La necesitaba porque la anterior no pude hacerla, por el tema del viaje a Italia, y a la larga se siente. Por eso me propuse trabajar con todo en La Cumbre y ahora se están viendo los resultados", reconoció Ezequiel.
El 2001 empezó con todo para el diez. El desafío por delante era muy grande, con cuatro objetivos en el horizonte y empezó a caminarlos con firmeza, buen juego y gol.
En el campeonato local gritó sus goles en los tres partidos. Los primeros dos para vencer a Almagro y a Huracán, y el tercero ante Lanús, aunque ahí no hubo festejo porque no alcanzó para evitar la derrota. Y en la Libertadores, ante Universitario, fue su primer doblete en primera, ya que nunca había convertido dos goles en un encuentro.
"Sin dudas que al poder convertir uno se siente mejor. Más en este caso, porque por primera vez marqué dos goles en un partido, y porque además sirvieron para asegurar temprano un triunfo que nos venía muy bien para recuperarnos en la Copa y levantar el ánimo para el Clausura", sentenció el dueño de la pelota en Central.
Y en los dos restantes desafíos el objetivo está en camino, primero serle útil a Central en sus últimos meses en el club y llegar con todo a junio, cuando su calidad se mude a Italia, a la tierra donde manda Fiorentina.
"Hoy solamente pienso en Central. En darle lo mejor al equipo, en colaborar para poder pelear en los dos frentes, que en un principio es a lo que apuntamos", señaló el Equi.
Lo que no quiso reconocer el habilidoso volante canalla es su importancia en el funcionamiento del equipo. Su humildad no le permitió aceptar que cuando él está inspirado a Central se le solucionan los problemas. "Siempre se simplifican las cosas cuando los jugadores encargados del funcionamiento ofensivo de un equipo están bien, no sólo pasa conmigo en Central, sino con todos mis compañeros".
-Pero tenés claro que estás jugando muy bien y andás derecho para el arco.
-Es cierto. Al estar muy bien físicamente me puedo mover mejor en la cancha y eso ayuda a ganar en confianza, que al menos en mi caso viene sola con el correr de los partidos. Y al salir las cosas bien eso te incentiva a intentar más.
-¿Te ayuda también el hecho de que al volver Pizzi tenés mayor libertad de movimientos para jugar en tu posición ideal?
-Mi puesto natural es el de enganche y lógicamente que me siento mucho más cómodo en esa función. Pero la presencia de Pizzi nos favorece a todos.
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La Ciudad
