Año CXXXIV
 Nº 49.036
Rosario,
jueves  22 de
febrero de 2001
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Preservación intentó evitar la demolición, pero Planeamiento la autorizó
Convierten en escombros una antigua casona del Paseo del Siglo
El director de la obra también es funcionario de la repartición municipal que dio el okey al derrumbe

Eugenia Langone

En el corazón del Paseo del Siglo, una centenaria casona de dos plantas diseñadas por los arquitectos Micheletti está sufriendo el peso de la picota y ya tiene parte de sus techos y el interior demolidos. Los dueños del edificio de Córdoba 1646 hicieron valer la autorización que otorgó la Municipalidad para la demolición completa de la propiedad, y ni siquiera se va a conservar el frente. Aunque la titular del Programa Municipal de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico, Viviana Cicutti, aseguró a La Capital que "se hizo todo lo posible para evitarla", la Secretaría de Planeamiento dio su okey. Lo llamativo es que el arquitecto que aparece a cargo de la demolición, Ademar Cerfoglio, es a la vez titular de la Oficina de Proyectos de Arquitectura, que está bajo la órbita de la misma Secretaría de Planeamiento. ¿Coincidencia? Consultado por este diario, el funcionario-director de la demolición no se privó de sentar posición: dijo no compartir los criterios del Programa de Preservación municipal y aseguró que estar a la mañana de un lado del mostrador y a la tarde del otro "no es falta de ética".
Así, el Paseo del Siglo (creado por la propia Municipalidad) festejará su décimo aniversario con una pérdida. La casa diseñada por los arquitectos Tito y José Micheletti en los años 20 no llegará a septiembre del 2001, cuando se cumplan 10 años de la inauguración del paseo. Hasta hace poco el edificio era una pensión de estudiantes a cargo de las hermanas franciscanas educacionistas. Pero en el futuro pasará a albergar modernos locales comerciales. El Paseo del Siglo está perdiendo su estilo.
"La casa tiene la típica composición de los académicos, con una fachada simétrica", explicó José María Bonacci, al frente del Centro de Estudios Urbanos de la Biblioteca Argentina. El edificio tiene un patio de invierno y una capilla para no más de 40 personas que estaba decorada con vitreaux. "Es el testimonio de toda una época", apuntó.

Primer intento frustrado
El primer pedido de demolición presentado por los dueños del inmueble, firmado por Cerfoglio, ingresó a la Municipalidad la primera semana de diciembre pasado. En ese primer intento, el proyecto mantenía la fachada de la casona. No obstante, este expediente debía pasar sí o sí por el Concejo Municipal, y como los propietarios no querían demorar la obra se elaboró una nueva iniciativa que, esta vez, planteaba la destrucción total del edificio.
El mismo Cerfoglio -director de la obra y a su vez funcionario de Planeamiento- explicó a La Capital el cambio de planes: "La primera propuesta fue mantener la fachada y demoler la totalidad. Pero todos esos trámites pasan por el Concejo (ya que es necesario realizar un pedido de excepción a la línea de edificación, que en el caso de nuevas construcciones en el Paseo del Siglo deben estar retiradas 87 centímetros) y la verdad es que había un interés del dueño en apurar el trámite, porque los tiempos de estas gestiones son lentos".
Así, 15 días después del primer intento el nuevo pedido ingresó a la Municipalidad y obtuvo el permiso de demolición total con el número 0113. Pero los intentos por evitar la destrucción del edificio no faltaron. La titular del Programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico, Viviana Cicutti, aseguró que "se hizo todo lo posible por evitarla, pero los dueños se ampararon en el Código Civil, y como es propiedad privada no se pudo hacer nada". El caso pasó por la Comisión de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico, ya que según el Reglamento de Edificación de Rosario todo trámite de derrumbe sobre un inmueble de más de 30 años de antigüedad debe ser evaluado.
"Intentamos convencer a los propietarios de recuperar al menos parte del inmueble para refuncionalizarlo, pero no hubo forma de llegar a un acuerdo", se lamentó Cicutti. Para ese fin la titular de Preservación mantuvo incluso conversaciones con el propio Cerfoglio, pero no en su carácter de funcionario, sino de arquitecto particular.
"La esencia del proyecto del Paseo del Siglo es preservar este tipo de edificios, aunque a veces sólo queda la expropiación como posibilidad de evitar una demolición", apuntó Cicutti, que no pudo convencer a su propio par de la Secretaría de Planeamiento sobre la importancia de conservar el patrimonio de la ciudad.
El Programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico fue creado en 1996 por un decreto del actual intendente Hermes Binner, con el objetivo de "lograr una efectiva gestión de la preservación del patrimonio". Paradójicamente, ni los propios funcionarios municipales del área parecen estar convencidos de esto.  

"Todo es legal"
Es un dato singular que el mismo arquitecto que está a cargo del polémico proyecto de demolición sea funcionario de la Secretaría de Planeamiento, a cargo de Sebastián Bonet. Más precisamente, Ademar Cerfoglio es el titular de la Oficina de Proyectos de Arquitectura. Pero para este arquitecto su puesto de "empleado municipal" _como él mismo se definió_ no es incompatible con su trabajo en el ámbito privado porque no se trata de un "cargo político".
A la hora de justificar el pedido de demolición se sinceró: "Como profesional tengo otro punto de vista, distinto al que tiene la gente de Preservación. Si hubiera sido de otra manera, no habría participado de este proyecto".
"Soy personal técnico, mi cargo no es político", se atajó Cerfoglio, quien aseguró: "Estoy seguro de que todo es legal, pero además no hay ninguna falta de ética en lo que hago, y mi trabajo particular no es incompatible con mi labor dentro del municipio".
Lo cierto es que el arquitecto-funcionario no defendió el valor de la casona de Córdoba 1646, tal cual reclama la propia Municipalidad en su programa de preservación. "Hay propiedades antiguas que por su valor arquitectónico creo que se deben preservar, pero en este caso, si bien tiene cierto valor, no es el mismo que poseen otras propiedades de la ciudad", dijo Cerfoglio.
A la hora de defenderse no dudó en tirar de la alfombra y arrastrar a quien esté más arriba: "Cerca del 60 por ciento de los profesionales que trabajan en la Municipalidad también lo hacen en forma particular. Además, hubo secretarios que siguieron firmando planos y tenían cargos políticos. Yo tengo la conciencia tranquila".



La casa de Córdoba 1646 fue hecha en los años 20.
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