Año CXXXIV
 Nº 49.035
Rosario,
miércoles  21 de
febrero de 2001
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La reactivación atrasa y el crédito es más caro
La confianza de los inversores en la Argentina decae. El gobierno pagó más caro en una licitación de Letes

El positivo contexto internacional de principios de año, señalado por los analistas como uno de los factores que cimentaron la recuperación de la confianza en la Argentina, parece haber virado en los últimos días y algunos nubarrones vuelven a amenazar la recuperación de la economía local. La licitación de Letras del Tesoro (Letes) que se llevó a cabo ayer dejó entrever que el escenario internacional no es tan favorable. El endeudamiento por 350 millones de dólares se convalidó a una tasa nominal anual del 6,86%, un tanto más elevada que la abonada hace dos semana, que se ubicó en el 6,6% para el mismo instrumento e idéntico plazo.
Si bien el gobierno mantuvo los niveles de endeudamiento según el cronograma de financiamiento, las tasas más altas no cayeron bien en la plaza local que le adjudicaron en buena parte el resultado a las turbulencias suscitaron en los últimos días en torno a la situación del presidente del Banco Central, Pedro Pou.
A principios de enero, los analistas y el propio equipo económico señalaban al blindaje financiero y sus efectos positivos, junto con un contexto internacional de igual signo, como los factores fundamentales que habían generado un cambio favorable en la confianza de los inversores sobre la Argentina.
Pero buena parte de esos argumentos se perdieron en la primera quincena de febrero y ahora los analistas son más reacios a construir un escenario externo tan positivo para la recuperación Argentina.

Malas noticias desde el norte
La mayoría de los analistas considera que luego de los datos de inflación mayorista en EEUU, difundidos el viernes pasado, la Reserva Federal (FED)tiene poco espacio para recortar nuevamente las tasas y quienes hablaban diez días atrás de una baja adicional de 100 puntos básicos hoy se inclinan por apenas 25. El economista Raúl Cuello asevera que Alan Greenspan podría volver a subir las tasas en el segundo semestre porque a la presión de la inflación se suman los problemas de balanza de pagos que podría enfrentar EEUU sin el ingreso de divisas que le garantiza un alto costo del dinero. El razonamiento de Cuello podría apoyarse en parte en las declaraciones de ayer del secretario del Tesoro, Paul O'Neal, quien reiteró que su política apuntará a sostener un dólar fuerte frente al euro. Esas declaraciones y la perspectiva de que no habrá nuevas bajas de tasas contribuyeron a una sensible baja del euro, que de la cercanía de la paridad con el dólar que mostraba a principios del año, cuando cotizaba en torno de los 98 centavos, volvió ayer a ubicarse cerca de los 90.
Los economistas habían saltado de la visión pesimista de un posible default, que signaba a todos los pronósticos a fines de noviembre pasado, a considerar a la Argentina como uno de los países con mayor potencial para este año.
Los argumentos eran la tendencia a la baja de las tasas en EEUU, con los consiguientes beneficios para los países emergentes; la recuperación que el euro mostró en los últimos días de 2000, que implicó una devaluación indirecta del 20% para el peso; el alza de los commodities y un precio del petróleo que garantizaba un buen resultado de la balanza comercial.
Pero, más allá de las perspectivas de la FED sobre las tasas de interés, el resto de los argumentos de los analistas, referidos a los precios de los commodities y el del barril del crudo, también se vieron conjurados. Así, la cosecha casi récord de la campaña 2000-2001 no estará acompañada por el retorno que los productores aguardaban esperanzados en valores apetecibles y el precio del crudo no va a empujar a la balanza comercial.
A todo esto se agregó en las últimas horas una nueva turbulencia en los mercados emergentes, marcada por una disputa política en Turquía, una nación que recibió apenas una semana antes que Argentina un aporte del FMI de 10.000 millones de dólares. "La crisis en Turquía seguramente afectará a todos los países emergentes y allí se encuentra la Argentina", pronosticó Boris Segura, economista jefe para países emergentes de Atlantic Asset Management.



La situación de Pou genera mercados más nerviosos.
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