Reunión cumbre. Reclamo a la Nación para que se reduzca la presión impositiva

Los gobernadores piden que se regule la importación de productos de Brasil

Quieren reeditar acuerdos como el lácteo para proteger a pymes del calzado, muebles, carrozados y bicicletas

Gabriel González

Rebaja de impuestos y medidas para fortalecer algunos sectores productivos claves, en especial aquellos rubros denominados sensibles en la complicada relación comercial con Brasil. Con un ojo puesto en presionar al gobierno nacional y el otro en las posibilidades de impulsar políticas activas regionales, los gobiernos de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, divulgaron ayer en la sede local de la Gobernación "Declaración de Rosario", un documento de tres páginas que propone como objetivos fortalecer el mercado interno y superar el estancamiento económico. Los gobernadores Carlos Reutemann, Carlos Ruckauf y José Manuel De la Sota rubricaron una estrategia para impulsar a sectores clave de sus economías regionales -carnes, autos y lácteos- y reclamaron regulaciones para el comercio intra Mercosur de otras actividades pymes de importancia, como cueros y calzados, muebles, carrocerías, bicicletas, aves, porcinos y textiles e indumentaria, que son importantes dadoras de empleo.
Si bien algunos medios de prensa capitalinos habían puesto el centro de la atención en torno a hipotéticos anuncios de desgravación de impuestos para la industria automotriz y de autopartes, estas expectativas se consumaron sólo muy tibiamente.
Los gobernadores coincidieron en plantear al gobierno nacional un enunciado general reclamando "medidas que reactiven la demanda interna de bienes de consumo durables, en particular los productos automotrices", pero en el terreno propio apenas se limitaron a instrumentar medidas para "equiparar las estructuras tributarias provinciales con el objetivo de reducir la presión fiscal sobre el sector autopartista". Según fuentes de la cartera de la Producción provincial, Santa Fe tiene muy pocos deberes por hacer en este plano, porque la industria sectorial no aporta al impuesto a los ingresos brutos.
Santa Fe se comprometió a estudiar su adhesión a un acuerdo ya alcanzado entre Córdoba y Buenos Aires en torno al pago de ingresos brutos para ventas interprovinciales. Es un punto por el cual aboga De la Sota para favorecer a los autopartistas mediterráneos, que se vieron perjudicados durante los últimos años por el éxodo de algunas terminales, con la consiguiente pérdida de competividad al tener que vender más allá de sus jurisdicciones. "Habrá que estudiar el impacto en las cuentas de Santa Fe", advirtió Ricardo Fragueyro, secretario de Industria provincial.
En cuanto a los bienes de capital, los gobernadores plantearon que resulta "imprescindible" restablecer un régimen de reintegros fiscales nacionales a los productores locales del sector, en las ventas destinadas al mercado interno.
En el capítulo destinado al sector agroalimentario se destaca la decisión de avanzar en un viejo proyecto, la creación de un Instituto Regional Lácteo y un fondo para promover al sector. Las provincias se harán cargo del aporte inicial para que el costo no recaiga en los sectores productivos. Una de las funciones del nuevo organismo será la de buscar mercados para los productos locales más allá de la tradicional plaza de Brasil.
Las tres provincias acordaron también impulsar un seguro multirriesgo agrícola que reemplazará a la tradicional legislación de emergencia agropecuaria.
En el ámbito de la producción de carnes, la "Declaración de Rosario" apoya la ley que propone la creación de un instituto para promover las exportaciones de carnes e implementa un status único para afrontar los grandes problemas sanitarios, como aftosa y el mal de la vaca loca.
Sobre el final del documento, los gobernadores plantean quizás el aspecto más innovador, la creación de mecanismos que aseguren la viabilidad de algunos sectores productivos acosados por la importación de productos brasileños, por medio del comercio administrado o acuerdos de precios.
Este capítulo se gestó a propuesta de los santafesinos y apunta a atender la crisis que atraviesan seis sectores de importante arraigo en la producción regional: textil e indumentaria, cuero y calzado, muebles, carroceras, bicicletas y componentes y productos frutihortícolas, avícolas, porcinos y chacinados.
La iniciativa surgió al calor del reciente acuerdo alcanzado con Brasil con las exportaciones de lácteas nacionales. Para resolver el diferendo y que los socios del Mercosur dejaran de lado la amenaza de aplicar antidumpings, se fijó un precio mínimo de 1.900 dólares para la tonelada de leche en polvo. Ahora las tres provincias pretenden llegar a soluciones similares en ramas de actividad que tienen a los productores locales sometidos a una fuerte presión importadora. La fijación de un precio sostén vale para los commodities, pero se complica cuando se trata de productos con presentación diversificada, que requieren de la fijación de cuotas de mercado.
Un caso prototípico es el de la industria del calzado. En 1999 las cámaras empresarias argentinas rubricaron un acuerdo con sus pares de Brasil fijando cupos de importación, que más tarde no se cumplieron. Problemas similares atraviesan las fábricas de carrozados, muebles, bicicletas, textiles e indumentarias, actividades marcadas por denuncias de dumping, contrabando o marcas truchas, según sea el caso.
Con este paso, las provincias apuntan a hacer pesar con más fuerza ante la Secretaría de Industria de la Nación y Cancillería los reclamos sectoriales que reciben todos los días de parte de las pequeñas y medianas empresas. No tienen tanto peso como los grandes grupos económicos y por ende tienen menos capacidad de lobby, pero en conjunto aportan abundante empleo.

El momento de la firma de la Declaración de Rosario.