Venado Tuerto. - "La inercia del Ejecutivo y el Concejo es la razón por la cual no se soluciona el problema de la falta de agua potable en la ciudad", disparó el recientemente nombrado delegado nacional en Santa Fe por el Programa para el Saneamiento Ambiental (Propasa), Roberto Meier. Para el funcionario, uno de los referentes máximos del Frente Grande en la región que ya se postuló como candidato a concejal para las elecciones de este año, "hoy se podría brindar agua en Venado Tuerto por cinco o seis pesos por mes con una canilla en cada casa".
Para Meier la gestión del intendente justicialista Roberto Scott es "muy pobre, ya que no dio respuestas a un tema referencial de los venadenses, como el agua potable, por la ineficiencia de un gobierno que no quiere o no sabe cómo hacerlo".
Desde la Municipalidad y hasta del propio Concejo aducen que el problema obedece, entre otras cosas, a un viejo pleito judicial entre el municipio y la empresa Capse, instancia que paralizó la obra del tendido de la red de distribución de agua en 1995 -al asumir Scott su primer mandato- por presuntas irregularidades en la construcción.
Sin embargo, Meier sostuvo que "a Capse se le debe sólo alrededor de 200 mil pesos, ya que la principal deuda es con bancos y a través de pagarés o documentos". No obstante, admitió que "el municipio tiene sus motivos para no pagarle a Capse ya que le habían cambiado los materiales que se usaron para ejecutar la red".
"Más allá de las complicaciones legales, que tanto el Concejo como la Intendencia dicen que hay respecto de Capse -añadió-, en realidad no hay ningún impedimento para utilizar la red que ya está hecha en la ciudad y en un porcentaje muy importante".
El funcionario aseguró que "más del sesenta por ciento de la red está en condiciones de ser utilizada". Esto no se condice con el análisis que se realiza desde el municipio, donde sostienen que el porcentaje no es tan alto y que "además hay que verificar en que condiciones están enterrados los caños ya que hace años que se construyó y pudo haber sufrido el deterioro lógico del paso de los años".
Gastos ineficaces
Otra crítica de Meier se encaminó hacia las erogaciones en torno al problema. "Este gobierno -dijo- lleva gastados alrededor de un millón de pesos, entre consultoras y estudios sobre el agua, para determinar de dónde se podía extraer agua. Hablaron de lugares distantes como Cepeda o Santa Teresa, mientras que en la Sociedad Rural de Venado Tuerto hay agua apta, aunque no se sepa en qué cantidad".
"Una de las consultoras contratadas por esta gestión -agregó- había sugerido traer el agua de Santa Teresa, pero cuando fueron a analizar el agua era mucho más salada que la nuestra. Y después vinieron con que en Cepeda el agua es apta y tampoco se hizo nada en ese sentido".
Para Meier, tanto el ex intendente radical Ernesto De Mattía como el actual, "dieron muchas vueltas para solucionar un problema que no era muy grande y mucho menos ahora que la Cooperativa de Obras Sanitarias (COS) demostró que con cien mil pesos, el costo de la planta de ósmosis inversa, se puede brindar agua potable".