El asesino que disparó contra Isidoro Mariano Perel Losonovscky y su esposa Rosa Berta Golodnitzky usó un proyectil especial para darle velocidad al disparo y perjudicar la tarea de los investigadores, quienes a dos semanas del crimen todavía no pueden establecer con qué arma se cometió. Fuentes de la Policía Judicial indicaron ayer que se habría detectado la presencia de polímeros, derivados del plásticos en el caño de la Walther 7.65 que pertenecía a Perel, donde también se hallaron restos de sangre humana. Esa sangre, que ahora se intentará determinar si pertenece a alguna de las víctimas, comprobaría que el asesino no estaba dispuesto a fallar y por eso les habría disparado a Perel y su esposa apoyándole directamente la pistola en la nuca. Pero además ahora los investigaciones estiman que el killer usó una munición más pequeña, recubierta de plástico, para que le diera un efecto acelerador. Así, el proyectil entró con más rapidez y les estalló en perdigones en la cabeza. Fue como un escopetazo. Y parece haberse hecho con el sólo efecto de complicar las pesquisas, dijeron fuentes del caso. Por eso, en los tribunales de Dolores esperan ahora con suma expectativa las pericias balísticas que se están haciendo y que todavía demorarán varios días en terminarse. A dos semanas del doble crimen, lo único que parece estar claro para los investigadores es que al financista y a su mujer los mataron por una oscura razón que aún no han podido develar.
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