En la última década surgió un nuevo boom de la literatura latinoamericana comandada por mujeres. Aunque este boom es ampliamente criticado y no se asienta sobre los mismo pilares estéticos de aquel que protagonizaran Julio Cortázar, Miguel Asturias o José Donoso, lo cierto es que tiene numerosos lectores. Las autoras en cuestión son Isabel Allende, ("Cuentos de Eva Luna", "La casa de los espíritus") que se considera a sí misma una continuadora de García Márquez, Angeles Mastretta ("Mujeres de ojos grandes"), Laura Esquivel ("Como agua para chocolate") y Marcela Serrano.
Menos famosas, o, en todo caso, más ligadas al mercado editorial norteamericano por el hecho de residir allí son Julia Alvarez ("Del tiempo de las mariposas"), Esmeralda Santiago ("Cuando era portorriqueña"), Cristina García ("Soñar en cubano"), Zoe Valdés ("Café Nostalgia", "La vida cotidiana"), Rosario Ferré ("Maldito amor") y Sandra Cisneros (El arroyo de la llorona, La casa en Mango Street), el caso de esta última autora no deja de ser singular ya que, aunque descendiente de mexicanos que residen en Chicago, ella ha perdido el dominio del español y escribe en inglés.
Inspiración mexicana
Marcela Serrano nació en Santiago de Chile en 1951, en el seno de una familia acomodada. Es hija la novelista Elisa Pérez Walker y del ensayista Horacio Serrano, y es la cuarta hija en medio de una seguidilla de cinco hermanas. Su primera vocación fueron las artes plásticas, incluido el body-art, un tipo de expresión artística sobre el cuerpo humano.
Tras haber residido un período en Guatemala, Marcela Serrano vive desde hace diez años en México. Recién en 1991 publicó su primera novela, "Nosotras que nos queremos tanto", texto que recibió en 1994 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, galardón que se entrega a la mejor novela escrita por una mujer. Publicó además cuatro novelas: "Para que no me olvides" en 1993, "Antigua vida mía" en 1995, novela sobre la que Héctor Olivera está rodando un filme con Cecilia Roth y Ana Belén en los roles protagónicos; "El albergue de las mujeres tristes" en 1997 y "Nuestra Señora de la Soledad" en 1999. Recientemente la editorial Grijalbo-Mondadori publicó "Un mundo raro", libro compuesto por dos relatos y que marca un giro en la carrera de la autora, ya que por primera vez incursiona en el género.
El título "Un mundo raro" es una referencia directa a la vida de México de los últimos tiempos. Así sintió Serrano todo el clima electoral que se vivió el año pasado en ese país. "El mundo en México efectivamente se enrareció durante y después de la elección, no hago juicios de valor sobre si fue para mejor o para peor, sólo constato que fue un hecho que remeció profundamente a esta sociedad, enrareciéndola. Además, necesitaba un título que le hiciera honor a lo mexicano que son los cuentos, ¿qué mejor que una ranchera de José Alfredo Jiménez?", confesó la autora de "Nosotras que nos queremos tanto".