Ante numerosas denuncias de contaminación ambiental en la ciudad de Esperanza, el intendente de esa ciudad, Rafael De Pace, en diálogo exclusivo con La Capital señaló que "la planta de tratamiento de residuos industriales de Esperanza funciona correctamente, por lo que dudo que el río Salado contenga altas concentraciones de líquidos contaminantes. Este es un daño muy grande que le hacen a la ciudad, al tiempo que aseguró que la planta de tratamiento "es la única de su tipo en la provincia".
Además puso en duda que en Esperanza exista un alto índice de malformaciones congénitas producidas por la contaminación con cromo. "Hasta que no se haga una investigación científica, que ya la pedimos, no podemos andar diciendo por ahí semejante barbaridad. Si eso fuera así nadie se animaría a tener hijos en Esperanza", disparó.
Según un estudio realizado tiempo atrás por un estudiante y supervisado por la profesora de la Universidad Nacional del Litoral, Mercedes Marchesse, "una muestra de agua tomada del efluente de la planta de tratamiento de residuos industriales de Esperanza para realizar un experimento reveló que los valores de cromo serían 600 veces superior a los considerados como normales en aguas naturales". Aunque luego aclaró que "los datos obtenidos son puntuales y no puede interpretarse como seguimiento del funcionamiento de la planta de tratamiento".
Por otra parte, tras la primera etapa de un estudio realizado por la doctora Elisa Katzán, jefa del departamento de Toxicología del hospital Cullen de Santa Fe, se llegó a la conclusión de que los datos arrojados en cuanto a un presunto alto índice de malformaciones congénitas no son para alarmarse, aunque recomendó una vigilancia epidemiológica para compararlas con otras ciudades.
"También hemos pedido un informe al Ministerio de Salud de la Nación sobre las defunciones por tumores malignos en la provincia y estamos muy por debajo del porcentaje de otros departamentos, ya que en Las Colonias es de 1,9 % y en Caseros e Iriondo superan el 2,5 %", explicó.
Intereses políticos
Por su parte el senador provincial por el departamento Las Colonias, Carlos Fascendini, sostuvo que "hay intereses políticos, económicos y profesionales que quieren perjudicar a Esperanza. La Subsecretaría de Medio Ambiente certificó que los valores de cromo que se arrojan en el Salado son permitidos por la ley. Las empresas de Esperanza están volcando sus desperdicios en condiciones óptimas".
"Lo que resta por tratar en Esperanza -agregó- son los residuos sólidos como el barro comprimido (contiene pelos, materia orgánica, entre otras cosas) que se coloca en bolsas especiales y se entierra en una cava. Ahora Medio Ambiente deberá decir dónde se construirá la cava recubierta. Es injusto que digan que hay contaminación en Esperanza cuando estamos trabajando para evitarla".
Finalmente, el senador explicó que "para dejar tranquila a la población y a nosotros mismos nos hemos reunido con el ministro de Salud, Carlos Parola, para que inicie una investigación para determinar si hay alguna vinculación entre las cuestiones ambientales y las enfermedades que padecen algunos esperancinos".
La Ciudad
