Personal de la Dirección General de Registración e Inspección de la Municipalidad de Rosario no autorizó anteanoche a último momento la apertura del Megacarnaval Siglo XXI que debía realizarse en el Patio de la Madera, al considerar que los organizadores no cumplieron los requisitos de seguridad y salubridad para el público. La sorpresiva medida, tomada casi sobre el inicio del espectáculo, impidió que cerca de 3.000 personas accedieran al predio de Cafferata y Santa Fe a ver las actuaciones de Ráfaga, Los Palmeras, el Cuarteto Imperial, Pastor de los Santos y otros artistas de la movida tropical. El público, concentrado en la entrada de calle Cafferata, debía ingresar al predio a las 21, pero esto se fue demorando a causa de una inspección municipal que consideró inapropiadas las instalaciones de suministro eléctrico para la iluminación y la presencia de cables no debidamente embutidos. Los organizadores discreparon abiertamente y rechazaron los cuestionamientos. Sobre el primer caso, consideraron que era algo poco previsible y que, en todo caso, dependía de los requerimientos de cada artista, mientras que sobre la segunda objeción indicaron que tales cables eran los usados para el audio, que no son portadores de energía. Alberto J. Llorente y Salvador Gammarota, empresarios organizadores que alquilaron el Patio de la Madera para realizar el Megacarnaval, instalaron dos escenarios: uno en el salón de convenciones y otro que, sobre la calle central, da espaldas a Vera Mujica. Sobre los mismos se movilizaban nerviosamente sonidistas e iluminadores en espera de definiciones. Igual incertidumbre mostraban los concesionarios de los distintos puestos de comidas, bebidas y cotillón, mientras que los aproximadamente 40 efectivos de diversas agrupaciones policiales afectados al operativo se concentraron en el ingreso principal en prevención de incidentes, ya que al paso de los minutos crecía la impaciencia del público que comenzaba a vociferar en pro del comienzo del espectáculo. Recién a las 21.55 los inspectores municipales determinaron que no se podía habilitar el predio y a partir de allí los organizadores y sus representantes legales iniciaron largas e infructuosas gestiones para obtener un recurso de amparo. Con asesoramiento legal, Gammarota recorrió todas las posibles instancias judiciales, mientras Llorente buscaba también infructuosamente la mediación de algún funcionario municipal. Todo fue inútil y la suspensión de los carnavales generó la ira de algunos jóvenes que comenzaron arrojar diversos objetos contundentes dañando vallados, boleterías y vidrios de las ventanas del Patio de la Madera. La intensa lluvia que se desató minutos después y la acción preventiva de la policía evitaron que los desmanes tomaran otra dimensión. Consultada por La Capital, Analía Antik (titular de la Dirección de Registración e Inspección municipal) declaró ayer que "se les entregó a los concesionarios del predio, porque los organizadores del espectáculo no vinieron nunca, los instructivos. Pero lo importante era la seguridad y la salubridad; quién se iba a hacer cargo, cuando mínimamente no estaban montadas las estructuras de manera que podamos garantizar esos factores. Esa fue la causa puntual de la no autorización". Antik descartó que se hayan establecido exigencias desmedidas, al señalar que se cuidó la aplicación de las ordenanzas y que si todo se cumple en tiempo y forma el viernes que viene el Megacarnaval podrá ser habilitado. Anoche también estuvo cerrado. Alberto J. Llorente dejó entrever su preocupación por lo que consideró exigencias desmedidas por parte de los inspectores municipales y criticó "el criterio de prohibir el show con toda la gente en la entrada, lo que podría haber desencadenado serios incidentes".
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