El actor y director Robert Redford visitó España para el estreno de su nueva película "La leyenda de Bagger Vance". El filme es su sexto largometraje como director y narra una fábula ambientada en los campos de golf y protagonizada por un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Redford reconoció en declaraciones al diario El País que sus películas tienen siempre un sello personal vinculado a la pérdida, lo cual no significa que sean autobiográficas. Matt Damon encarna a Vance y el actor Will Smith interpreta al caddy del golfista, pero es también quien imparte consejos sobre la vida, la muerte y el destino al jugador encarnado por Damon. Entre las más recordadas películas de Redford detrás de la cámara figuran "Gente como uno", por la que ganó el Oscar en 1980; "Quizz show", de 1994, protagonizada por Ralph Fiennes, y "El señor de los caballos". "El elemento personal está presente en todas ellas -dijo el director-; de lo contrario no las haría, pero no son autobiográficas, simplemente reflejo lo que aprendí". Después de casi 40 años de carrera, Redford logró enfocar sus preferencias, fruto de las cuales fue la creación hace 20 años del Sundance Institute, para ayudar a los jóvenes cineastas, un centro que ahora se ha convertido, a través de su festival, en una de las principales plataformas del cine independiente en Estados Unidos. El protagonista de "Propuesta indecente" expresó que su nueva producción se centra en la vida de Bagger Vance, un joven prodigio del golf que pierde su swing y su interés por la vida al volver de la Primera Guerra Mundial. En ese sentido explicó: "Me interesa mucho contar historias, por eso me gusta la mitología y siempre hay un ingrediente de pérdida. No voy a decir que estoy obsesionado con ello, pero me interesa mucho. ¿Qué perdemos cuando vamos avanzando en la vida y qué ganamos?", se preguntó el actor. "En muchas de mis películas -añadió- el personaje parece alcanzar lo que realmente quiere sólo para preguntarse cuál es exactamente su significado". De condensar su carrera en un par de largometrajes, Redford confió que se quedaría con algunas de las más conocidas, las que ayudaron a crear su estrellato sin perder del todo su alma. "«Dos hombres y un destino» era la más divertida y también la que muestra mi parte más oscura. La mayor satisfacción fue «Todos los hombres del presidente», porque todo el mundo nos dijo que no podríamos hacerla y que a nadie le interesaba el Watergate. No era una película sobre Nixon, sino sobre periodismo de investigación. Fue una película muy difícil, había una auténtica paranoia, pero yo la produje". Producir y dirigir se han convertido en las dos principales actividades de Redford, aunque acaba de volver delante de las cámaras en una historia de espías, "The Spy Game", con Brad Pitt a la cabeza del reparto, aunque debió suspender momentáneamente el rodaje debido a la violencia en Medio Oriente donde habían sido fijadas algunas de las locaciones.
| |