Un joyero murió anoche tras ser brutalmente atacado a balazos en su negocio del microcentro, cuando un individuo le efectuó un disparo prácticamente a quemarropa. Las causas del episodio son todavía confusas, dado que el agresor -que estaba acompañado por otro hombre- fugó sin llevarse nada del comercio.
La víctima del suceso fue identificada como Sergio Moliné, de 32 años, propietario de una joyería ubicada en Maipú 966. El comerciante recibió un balazo en el abdomen, con orificio de entrada y salida, y debió ser operado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Poco después de la intervención quirúrgica se produjo su fallecimiento.
Vecinos del lugar alentaron la hipótesis de que el hecho pudo deberse a un intento de robo. En ese sentido, dijeron que el joyero había resistido anteayer un asalto en su negocio. Pero el caso presenta aristas confusas ya que, según una fuente de la Jefatura de Policía, los maleantes no habrían tenido intenciones de asaltar al comerciante.
"Se trataría de una venganza", se limitó a decir el vocero policial, aunque al parecer no están determinados por completo los motivos de la agresión.
Algunos vecinos que presenciaron el suceso indicaron que pasadas las 14.30, cuando caía una intensa lluvia sobre la ciudad, llegaron al comercio dos hombres jóvenes, quienes estaban armados y se desplazaban a bordo de una camioneta de color celeste.
Uno de los desconocidos descendió entonces del vehículo y permaneció en la calle, mientras que el otro ingresó al local y aparentemente le disparó a quemarropa a Moliné. Pero lo curioso del caso es que los agresores, según los testigos, habían irrumpido anteayer en la joyería con intenciones de asaltar el negocio, pero el comerciante se habría resistido al atraco.
En tanto, otra fuente policial consultada por este diario señaló que dos hombres armados irrumpieron en el local y le exigieron a Moliné el dinero de la caja, pero, ante la negativa del joyero, uno de los asaltantes abrió fuego y un balazo impactó en el abdomen del comerciante. Tras el ataque, los ladrones escaparon en una "chata" sin llevarse nada.
La joyería está emplazada en una zona de negocios de venta de alhajas. Ayer a la tarde un comerciante comentó que la zona cuenta con vigilancia policial, pero a la hora en que ocurrió el atraco el lugar no estaba custodiado por agentes porque los locales no se encuentran entonces abiertos. "Habitualmente cerramos al mediodía, pero Sergio se quedó trabajando en el taller con un empleado", explicó el propietario de una joyería situada a pocos metros de la de Moliné.
Un comerciante que socorrió al joyero baleado le contó a un movilero de Radio Dos lo que Moliné le alcanzó a decirle antes de ser derivado al Heca. "Cuando llegué con otro muchacho (Moliné) estaba tirado en el suelo, pero pudo decirme que (los atacantes) no pudieron ingresar al local y que no se habían llevado nada", dijo.
Las personas que auxiliaron al comerciante llamaron a una ambulancia del Sies, pero como la unidad asistencial demoró "veinticinco minutos" en arribar al lugar, un móvil de la comisaría 1ª debió trasladar al comerciante baleado al Heca.
Allí, a las 16 de ayer, Moliné debió ser operado. "Cuando llegó al hospital tenía una profunda hemorragia", explicó el vocero. En tanto, el portavoz consultado presume que el comerciante fue atacado con "un revólver calibre 38 largo ó 45".
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La Ciudad
