Vivir con el síndrome

El paciente afectado suele quejarse de arenilla en los ojos, sequedad bucal, dificultad para tragar una galletita, rápida pérdida de piezas dentales, sequedad de la piel, en la vagina y dolor articular, decaimiento y fatiga.
Las consultas suelen ser por dos tipos de fatiga.
En una, el paciente comienza bien el día pero "se queda sin nafta", mientras que en la otra, despierta cansado. En tanto, la depresión suele presentarse de muchas maneras, incluida la dificultad para concentrarse, poco apetito o desórdenes en el sueño. En cuanto a la disminución o falta de saliva, además de la utilización de sustitutos artificiales, también las glándulas salivales pueden activarse colocando caramelos, chicles o un carozo en la boca. Para evitar el daño de los tejidos duros de la boca el odontólogo debe aplicar medidas que eviten la aparición de caries y enfermedad periodontal. Por su parte, el paciente debe ocuparse de eliminar diariamente la placa bacteriana, responsable de ambas afecciones.
Para la piel y labios secos los tratamientos tópicos con cremas y lociones suelen ser útiles. Las cremas y ungüentos son mejores porque aportan mejor la humedad necesaria. En general deberán ser aplicadas luego de la ducha o baño, cuando la piel aún está húmeda.
La paciente con síndrome de Sjögren dispone también de muchas opciones para una efectiva y sana lubricación vaginal.