Una propuesta de Australia y Nueva Zelanda de crear un santuario ballenero en el Pacífico Sur, para otorgar protección a la especie, generó las críticas del gobierno japonés que acusó a ambos países de manipular el tema en el encuentro oficial de la Comisión Ballenera Internacional, que se está realizando en Montecarlo. Las autoridades niponas indicaron que la propuesta del santuario "no tiene en cuenta consideraciones científicas, los ecosistemas, la gestión sostenible de los recursos pesqueros ni la cultura de los pueblos de las islas de la zona". Contra las críticas de entidades ecologistas de todo el mundo, la posición a favor de la caza de cetáceos del gobierno japonés se basa en un informe elaborado por investigadores de ese país según el cual las ballenas comen cada año de 143 a 269 millones de toneladas de peces, situación que pondría en peligro la supervivencia de otras especies marinas. Por el contrario, las organizaciones ecologistas acusan al Japón de esconder tras esos argumentos una clara intención mercantilista, al considerar que las ballenas es uno de los platos más caros y demandados en el mercado de ese país.
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