Lucas Ameriso
El conflicto interprovincial generado en torno del Banquito tuvo un giro insospechado, justo a 24 horas de la cumbre que reunirá a funcionarios santafesinos y entrerrianos para discutir la jurisdicción sobre las islas General Pistarini, Corsi Sur y Norte. El director operativo de La Fluvial, José Deambroggi, confirmó que "nunca fue llevado a la práctica" el decreto de la intendenta de Victoria, Gracia Jaroslavsky, que imponía a cada pasajero que embarcaba a las islas el cobro de 10 centavos "por derecho de muelle y amarre". Según se pudo saber, la medida quedó congelada cuando la Cámara de Transporte Fluvial rechazó el cobro del tributo y se opuso a que se descontara de la recaudación que percibe por embarcar gente al Banquito. "Nunca se recaudó un solo centavo por este decreto, sí se repartieron a los pasajeros unos 8 mil tickets que mandó el municipio de Victoria, entre el 20 y 21 de enero", explicó Deambroggi, y adelantó: "Como hubo resistencia de los lancheros todo quedó en stand by". En una carta enviada a La Fluvial, los lancheros expresaron "la absoluta disconformidad con las disposiciones municipales", al tiempo que amenazaron con anteponer recursos de amparo en la Justicia si esta tasa de servicios se ponía en práctica. El síndico de los empresarios fluviales, Ricardo Cornero, disparó: "Querían descontárselo a los lancheros, pero nos opusimos categóricamente", y consideró que esta iniciativa constituye "un disparate sin sustento legal y es a su vez una barbarie impositiva". Ante el rechazo cerrado de los empresarios, Deambroggi reveló que "la Municipalidad de Victoria no se comunicó más con La Fluvial, y no se recibieron más los talonarios de 10 centavos para cobrarle a la gente". De haber prosperado la movida de Jaroslavsky, la arcas de su Intendencia se hubieran ensanchado notoriamente, sólo hay que calcular cuánto podría haber recaudado entre las 1.500 personas que cruzan diariamente de lunes a viernes y las 10 mil que lo hacen el fin de semana al Banquito. Cornero apuntó que "Victoria también pretendió cobrar este tributo en los paradores Chaná, Isla Verde y Cruz del Este (a la altura de la costanera norte de Rosario), pero corrió la misma suerte. Los lancheros le dieron un rotundo no".
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