El presidente Fernando de la Rúa estampará otra vez su firma, entre hoy y mañana, a una nueva serie de decretos, pese a las fuertes críticas de la oposición justicialista sobre una supuesta fujimorización del gobierno y las advertencias de derogar las medidas anteriores dictadas por esa vía.
El nuevo conjunto de medidas -compuesto por cerca de 20 decretos- incluiría la reglamentación de la ley de lavado de dinero, que se encontraba demorada ya que requería "estudiarlo en profundidad", según dijo en la semana el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
El paquete incluye también la reglamentación en la ley de evasión fiscal de cuestiones relativas a aportes patronales y un régimen de higiene y seguridad para el sector de la construcción.
Asimismo, se derogará un decreto sobre servicios eventuales para contratos de personal de corto plazo y otro destinado a otorgar subsidios para mujeres mayores de 45 años, además de la aprobación del "contrato de mediería" para la actividad frutihortícola.
En un intento por mostrar una gestión activa -como contraste de lo que fue su primer año de gobierno- y con la vista puesta en los comicios legislativos de octubre, el jefe del Estado está decidido a acelerar los tiempos a través de los decretos.
De todas formas, De la Rúa rechazó en la última semana que pretenda gobernar sin considerar al Congreso, tal como lo hizo el ex presidente del Perú Alberto Fujimori, y explicó que los decretos "son resoluciones propias de la administración normal del Poder Ejecutivo".
"Quiero que quede claro que no son decretos de necesidad y urgencia, salvo excepcionalmente uno o dos", afirmó De la Rúa al rechazar los cuestionamientos del PJ sobre el último paquete de medidas que salió por decreto y que, no obstante, recibió el respaldo de Carlos Chacho Alvarez.
Sospechas en el peronismo
Sin embargo, el titular de la bancada del PJ en Diputados, Humberto Roggero, manifestó: "Los decretos del gobierno nos despiertan sospechas".
"Si en el oficialismo están interesados en disipar dudas de la oposición, invitamos a que alguien del gabinete nacional explique el contenido y los alcances de las medidas que firmó De la Rúa", dijo Roggero.
El legislador remitió ya sendas cartas a De la Rúa y Colombo requiriendo que se convoque a sesiones extraordinarias y recordando que el Congreso se encuentra inactivo desde el 22 de diciembre.
Reclamó, entonces, que se tome esa iniciativa para poder escuchar en una "sesión especial" las explicaciones de Colombo sobre los decretos "en el plazo de diez días", como lo señala la Constitución nacional.
El cruce entre funcionarios y el PJ se registró paralelamente a un ofrecimiento que Colombo le hizo al senador Eduardo Bauzá para concurrir al bloque a fin de precisar detalles de los últimos decretos firmados por De la Rúa.
El PJ amenaza con derogar la reforma al sistema jubilatorio sancionada por decreto el último día hábil del 2000, en tanto el Frepaso hace equilibrio entre no quedar pegado a la oposición del PJ -en un año electoral- y plantear sus reparos a algunos puntos de la norma.
La polémica en torno de los decretos llegó a los límites de la ironía de la mano del gobierno, primero, y del justicialismo, después. Colombo fue quien inició la irónica ofensiva contra la oposición al replicar las críticas del PJ diciendo que "algunas declaraciones son típicamente de cuando uno vuelve de vacaciones y no está muy en tema".
Con el transcurrir de la semana, el jefe de Gabinete agudizó su ingenio y, el último jueves, se despachó diciendo que los legisladores del PJ no tuvieron tiempo de leer los decretos porque estuvieron de vacaciones, y así se los ve, dijo, "tostaditos" por el sol.
Pero los diputados de la oposición no tardaron en contestarle a Colombo: "Los peronistas no estamos quemaditos sino que somos morochos".