La llegada de equipos de primera división a disputar la copa de verano dejó, en su gran mayoría, satisfecha a la gente del lugar. La ansiedad por ver jugadores y equipos de primera división, que sólo logran divisar por televisión, es el mayor motivo por el cual apoyaron el torneo. "Para la ciudad es importante que vengan equipos de primera", es la frase más escuchada por los neuquinos transitando las calles de la ciudad. Pero no todo es color de rosa, ya que este tipo de espectáculos tiene un alto costo. El gobierno de la provincia de Neuquén es el encargado de solventar todos los gastos. La empresa Torneos y Competencias llegó a esta ciudad para televisar los encuentros, pero queda claro que vino para ganar dinero. Según algunas fuentes consultadas, el gobierno neuquino habría gastado "alrededor de quinientos mil dólares en los cuatro partidos que se jugaron". A cada equipo se le abonó, por cotejo, 25.000 dólares -además tenían todo pago en alojamiento y comida-, lo que hace un total de 200.000. La empresa TyC fue la encargada de pagarles a los clubes -en algunos casos el dinero sirvió para achicar la deuda que tienen las entidades con Torneos-. Pero, obviamente, ese dinero habría sido recuperado con el aporte de la provincia, ya que es difícil que una empresa organice un espectáculo y mueva todo un equipo técnico y de periodistas para perder plata. Si bien el gobierno local toma este tipo de espectáculos para promocionar a la provincia y demostrar que es una buena plaza futbolística, con lo recaudado muy poco puede recuperar de lo invertido. Aproximadamente, tan sólo ochenta mil dólares se recaudaron en boleterías. Más allá del espectáculo, que es apoyado y tomado como una inversión por los neuquinos, "los números nunca llegan a la luz. Por ejemplo, lo que se gastó en el torneo del año pasado nunca se supo, a pesar de la insistencia por saber", confió un periodista de un diario local. Así están las cosas por estos lares. Por un lado, la satisfacción de la gente por tener la posibilidad de ver equipos de primera división y observar de cerca a jugadores reconocidos a nivel nacional. Pero por otro, a la hora de conocer -o presumir saber- todo el gasto generado queda un sinsabor que a más de uno lo lleva a la reflexión.
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