Joanca y María guardan un secreto orgullo y lo afirman de forma contundente cuando se les pregunta si tienen una autoridad u organización política en la comunidad. "Somos las nietas del último rey de los gitanos en Rosario", aseguran. Pero sobre este asunto, como en muchas otras cuestiones, abundan las versiones. "Nunca hubo reyes en Rosario, el rey está en Buenos Aires y manda todo... pero no sé si está vivo", dice Margarita. La matrona está sentada en la vereda y ni bien comienza a hablar la rodea una decena de mujeres que se suman a la conversación, la interrumpen y preguntan y responden al mismo tiempo. Más adelante, otra Margarita afirmará, sin dudar, que "el rey de los gitanos ha muerto hace mucho, en Paraguay". En lo que sí se ponen de acuerdo es en que la autoridad local es ejercida por los "ancianos" u "hombres mayores", también llamados "jefes menores". Las presuntas hijas del rey explican la misión del grupo: "Cuando una pareja se separa, si tienen chicos y hay que repartirlos o ver cuál es el culpable de los dos, se juntan los gitanos en una casa o una carpa, hablan sobre todo lo que pasó y arreglan el asunto. Los más viejos mandan porque tienen más experiencia". Pero también sobre esto aparecen divergencias: "No hay jefes, cada cual manda en su rancho", sentencia Sofía.
| |