Los presos de la comisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez iniciaron una huelga de hambre en señal de protesta por la reducción del horario de visitas, que fue acortado en una hora por turno. Ayer los detenidos presentaron un hábeas corpus preventivo en la Justicia y solicitaron la normalización del horario. "Ellos hacen una huelga de hambre porque quieren ser escuchados. Los familiares no queremos que pase lo que pasó en la comisaría 25ª", expresaron los parientes de los reclusos en relación a la tragedia de la seccional de Pueblo Nuevo, donde 13 presos perdieron la vida en un incendio el 15 de noviembre pasado. La protesta fue iniciada la noche del jueves pasado por los 27 presos alojados en el penal de la seccional 26ª. Ayer los detenidos presentaron un hábeas corpus preventivo en el juzgado de Instrucción Nº 1, a cargo de Carina Luratti, y un escrito en el juzgado de Instrucción Nº 5, a cargo de María Luisa Pérez Vara, para solicitar que se normalice el horario de visita. Este se extendía de 15 a 18 los días martes, miércoles y jueves, pero últimamente -según los presos- termina una hora antes. "La comida diaria no es recibida en razón de que, habiendo una total (buena) conducta interna, el personal policial nos prohíbe gozar de las visitas quitando una hora", manifestaron los detenidos, que además denunciaron la existencia de "represión policial". También sus familiares, que ayer se reunieron en Tribunales, denunciaron irregularidades. "Los policías nos dicen que tenemos que salir a las 5 (de la tarde) en punto porque si no llaman al juzgado y nos hacen una causa", expresaron. "Tenemos que esperar al rayo del sol porque la sala de espera la llenaron de motos y bicicletas. El personal femenino que hace la requisa viene una hora más tarde, y si no llegaste antes de las 3.45 directamente no te dejan pasar. Hay personas que no son policías y revisan los bolsos", enumeró una mujer. Los familiares también plantearon inconvenientes para ingresar alimentos al penal. "Querés llevar verduras, hielo, jugo o agua fría y no te dejan. Les mandás cuatro o cinco paquetes de cigarrillos y al penal entran dos. El resto se lo quedan los policías", refirieron. "Es algo inhumano como están esos chicos ahí adentro. Les pegan peor que a animales. Pidieron este papel para firmar el petitorio y les tiraron con balas de goma. Si ellos hicieron algo malo, que lo paguen, pero no de esta manera. Están haciendo muy buena conducta pero tratan de cortarles todo lo que se merecen. Yo pienso que a los muchachos de la 25ª les deben haber hecho lo mismo", expresó la madre de uno de los presos. Por otra parte, los familiares denunciaron las malas condiciones de higiene del penal: "No sacan la basura. No pueden ir criaturas a la visita porque es un foco infeccioso", dijeron, además de resaltar que "de la ración de comida que antes era para un preso ahora comen tres".
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