Por la vaca loca, Canadá dejó de comprar carne de origen brasileño

Canadá suspendió a partir de ayer las importaciones de productos bovinos de Brasil ante la incertidumbre de que el ganado de ese país esté afectado por el mal de la "vaca loca", según informó la embajada canadiense en Brasilia. Por su parte, desde Itamaraty lamentaron la decisión del gobierno de ese país del norte y descartaron que constituya una réplica por el conflicto comercial que mantienen las industrias aeronáuticas de ambos países.
El gobierno canadiense justificó la medida al afirmar que Brasil no habría suministrado informaciones sobre el control de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE), enfermedad conocida como mal de la "vaca loca", que permitan evaluar el riesgo de contaminación que presenta el ganado brasileño. Por otra parte, también trascendió que la aparición de ovejas con scrabie generó preocupación en ese país del norte
La suspensión permanecerá en vigencia hasta que termine el proceso de "investigación del peligro" de las carnes brasileñas y se determine la calificación de Brasil en relación al control de esa enfermedad bovina de acuerdo con las exigencias de la legislación canadiense.
La nota diplomática señala que por recomendación del Departamento de Salud de Canadá se están retirando del mercado canadiense los productos bovinos de origen brasileño que estén en venta.

La campana brasilera
El ministro interino de Agricultura de Brasil, Marcio Fortes, aseguró que las informaciones ya fueron enviadas a Canadá y precisó que el último informe se entregó anoche, por lo que, según él no habría motivo para esta decisión.
Un vocero de la Secretaría de Defensa Agropecuaria subrayó que Brasil "nunca tuvo un único caso" de la temida enfermedad.
El subsecretario de Asuntos Económicos y Comercio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Graza Lima, descartó que la medida sea una represalia por la controversia comercial que mantienen ambos países por la industria aeronáutica.
Canadá y Brasil iniciaron esta semana una disputa en la Organización Mundial del Comercio (OMC), con acusaciones recíprocas sobre el uso de subsidio para favorecer las exportaciones de sus respectivas fábricas de aviones, la canadiense Bombardier y la brasileña Embraer.