Casilda. - El Centro Económico del Departamento Caseros respaldó la idea lanzada recientemente por el intendente Eduardo Rosconi de crear una agencia de desarrollo productivo que permita diagnosticar la realidad local y pensar alternativas de crecimiento con el respaldo de la provincia y la Nación. Esto va unido a la necesidad de planificar políticas que tiendan a mejorar la situación socioeconómica, un objetivo común de varias instituciones.
"Todo está por hacerse y es hora de empezar", dijo al respecto el presidente del Centro Económico, Hugo Racca, tras alentar la idea de discutir y consensuar proyectos a distintos plazos para enfrentar la crisis del sector y sentar bases de desarrollo. "Solos no podemos hacer nada. Es necesario que se involucren todos los actores productivos de la sociedad casildense que tengan que ver con la producción y el trabajo para enfrentar la crisis", remarcó Racca, y agregó que la convocatoria debe partir desde la Municipalidad.
Pese a ser la única ciudad en el departamento Caseros y ocupar un lugar de reconocimiento dentro del sur santafesino, Casilda, a diferencia de lo que ocurre con otras localidades de similar relevancia como son Venado Tuerto o Rafaela, carece de un plan estratégico de desarrollo.
Durante la gestión del ex intendente -y actual secretario de Transporte de la provincia- Carlos Muia se creó un organismo denominado Centro de Desarrollo Regional (Cedere), pero se diluyó. El ente estaba conformado por representantes de entidades locales y la Municipalidad era un puntal de la ambiciosa iniciativa que, sin embargo, fracasó por razones que hasta hoy resultan una incógnita.
Otro emprendimiento que resultó un fracaso, hace unos años, fue el del área industrial, que iba a funcionar en un predio a la vera de la ruta 92. Las empresas que podrían haberse radicado allí siguieron funcionando donde estaban y otras comenzaron a instalarse sobre la ruta 33.
Un pequeño frigorífico abrió en esa zona, con ayuda del municipio, pero terminó cerrando. No se concretó ninguna otra radicación. Hoy el lugar es un yuyal del que sólo queda un cartel con un anuncio de lo que finalmente nunca fue.
En relación con el Cedere, del que también formó parte el Centro Económico, Racca señaló que "era una buena idea, pero se habló mucho y se hizo poco; y fracasó". No obstante ese antecedente, dijo estar convencido de que se puede reunir a todas las fuerzas sociales y productivas en pos de un objetivo común: pensar el crecimiento de la ciudad en todos sus niveles.
Perfil a futuro
Todo parece indicar que estarían dadas las condiciones para delinear un trabajo que logre perfilar una ciudad con vista al futuro, aunque para eso resultará casi elemental que el intendente Rosconi traduzca en hechos concretos su intención de hacer algo al respecto. En este sentido, el jefe comunal reconoció días atrás a La Capital estar interesado sobre la puesta en funcionamiento de una ámbito para promover políticas productivas, pero aún no tomó esa decisión política.
En caso de que prospere la idea de instrumentar una agencia de desarrollo productivo, Racca coincide con el intendente de que "los proyectos que surjan necesitarán apoyo nacional o provincial para ser concretados".
Pensando en la realidad productiva que vive Casilda y la región, Racca sostuvo la necesidad de "una reconversión de todas las actividades económicas", fundamentalmente de los sectores en los que históricamente se apoyó la economía de la zona: el campo y la industria agrícola.
En ese sentido, el dirigente empresarial dijo que "esas dos actividades, otrora generadoras de riqueza en la ciudad, actualmente están en crisis, razón por la cual, más allá de los medidas económicas que se puedan tomar, necesitan de una reconversión para salir de esta difícil situación".
Racca reconoció que la tarea "no es fácil, porque existen cuestiones culturales que dificultan los cambios de hábitos en los productores". Sin embargo, sostuvo que "las familias rurales que antes vivían con cincuenta hectáreas hoy tienen problemas, así que tendrán que reconvertirse si pretenden seguir en pie".
En esa misma línea habló sobre la necesidad de que los pequeños chacareros apuesten a la diversificación de la producción y a las formas asociativas de trabajo para abaratar costos. Esta idea viene siendo promocionada desde hace tiempo pero en Casilda nunca prosperó, tal vez por las cuestiones culturales a las que se refirió Racca. "Una familia acostumbrada a vivir con cultivos intensivos hoy no puede sostenerse. Tiene que pensar en otro tipo de explotación", aconsejó a modo de ejemplo.
La Ciudad
