El ídolo del barrio se llama Martín Ríos. Este joven yudoca de 22 años, medalla de oro en los últimos Juegos Panamericanos, vive desde que nació en una casa de calle Boman al 3400, en pleno corazón de Plata. Esa conquista lo hizo tan famoso como su medio de vida, el taxi, aunque la exigencia de los entrenamientos ocupa cada vez más el tiempo que antes le dedicaba al volante. Ni los flashes ni las victorias lo hicieron olvidar a Martín de sus amigos de la cuadra, con quienes se junta en los videojuegos y sale de noche. Hasta se fue de vacaciones a Brasil con algunos de ellos. Su olvidable actuación en las Olimpíadas no empañaron la idolatría por él en la zona. Es un referente del barrio y el ídolo de la mayoría de los chicos del lugar. Su casa es similar a otras, allí están su mamá Laura, su papá Alcides, sus hermanos Nancy, Rodrigo, Carolina y Andrés, sus sobrinos, y el personaje más reconocido, el loro Perico. Martín es un pibe de barrio, con varias medallas y trofeos en su cuarto. Nunca pensó en mudarse.
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La Ciudad
