Uno de los evadidos de Casilda había sido traído desde Corrientes los últimos días del año 2000 imputado de ser uno de los integrantes de la banda que en diciembre pasado asaltó el banco Bisel de Los Molinos. El hecho recuerda, en forma casi calcada, lo ocurrido hace exactamente una semana en Rosario cuando 8 presos se escaparon de la comisaría 3ª, otros tres lo hicieron de la ex Jefatura y uno más de Tribunales. La coincidencia no sólo radica en que los sábados parecen haberse puesto de moda para fugarse sino también en que uno de los evadidos de la seccional de Dorrego al 100 había sido traído por la policía desde Mendoza, imputado por el robo a dos bancos: el Suquía de bulevar Oroño y Salta, y el Galicia de Alvear y Mendoza. Se trata de José Antonio Sobrino Garro, quien hasta ayer no había sido recapturado.
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