Santiago. - Mientras el ex dictador chileno Augusto Pinochet era dado de alta ayer del Hospital Militar de Santiago, fuentes judiciales informaron que el juez especial Juan Guzmán Tapia dará a conocer mañana a las 10 (horas local) si lo procesa por el caso Caravana de la Muerte o si lo exime por su salud mental.
Guzmán terminó ayer sus tres días administrativos de descanso y asistió a la Corte de Apelaciones de Santiago, para analizar los resultados de los chequeos médicos que pidió -y que revelaron que Pinochet padece de demencia vascular de leve a moderada- y el interrogatorio a que lo sometió el martes pasado.
Se estima que su presencia en el lugar, al igual que la de abogados de las partes querellantes y defensora, se debió a que entregó un borrador de su veredicto, el cual firmaría y oficializaría mañana.
Alta médica para Pinochet
Mientras esto ocurría en tribunales, el militar retirado era dado de alta tras permanecer 24 horas internado por un preinfarto cerebral. Pinochet abandonó el recinto a bordo de un helicóptero y fue trasladado a su residencia de descanso de Bucalemu (a 130 kilómetros al suroeste de Santiago). Pinochet había sido hospitalizado de emergencia el viernes y ayer abandonó el recinto luego de que su equipo médico analizara los exámenes que se le hicieron. Fuentes de la familia dijeron a un rotativo capitalino que Pinochet permaneció 2 horas sin reconocer a nadie.
Un comunicado del establecimiento castrense señaló que Pinochet "ha evolucionado en forma estable" y que tras los exámenes médicos de la mañana mostró "un adecuado control del cuadro congestivo y regresión significativa de las manifestaciones de la isquemia cerebral transitoria que motivó su ingreso".
Pinochet se encontraba descansando en su hacienda costera de Bucalemu, a unos 130 kilómetros al suroeste de Santiago, cuando el jueves comenzó a sentir dolores de cabeza y una pérdida momentánea de la conciencia, según sus voceros. Y al mediodía del viernes fue internado en el Hospital Militar.
En tanto, algunos medios chilenos sostienen que el veredicto del juez especial Guzmán sería adverso a Pinochet, ya que si bien es cierto que padece problemas vasculares cerebrales no está "enajenado" (único eximente que reconoce la ley chilena) y porque sus respuesta en el careo con el juez lo habrían comprometido más con los cargos que enfrenta, pues reconoció documentos que lo implican en 75 ejecuciones sumarias.
Sin embargo, comienzan a circular rumores en Santiago en el sentido de que el juez Guzmán junto con el procesamiento como reo reconocería sus problemas de salud, con lo que no sólo se sentaría un precedente judicial sino que llegaría a una solución intermedia que daría satisfacción a más de uno de los sectores implicado en el caso. Cualquiera sea la decisión, ésta será apelada por la parte que se sienta perjudicada ante la Corte de Apelaciones y posteriormente ante la Suprema, por lo que se prevé que Pinochet aún seguiría en un laberinto judicial.