El gobierno nacional está intentando aprovechar la buena ola del veranito de 2001 que están dando los mercados financieros para tratar de establecer un clima favorable que reactive la economía. Tomando el concejo del especialista en marketing Dick Morris de estar en "campaña permanente", salió al ruedo con algunas iniciativas. El ministro de Economía, José Luis Machinea, tras el éxito de la primera colocación de títulos públicos a comienzos de enero, pidió a los bancos que trasladen estas rebajas al llano de la economía real, reclamo que se vio reforzado luego de la segunda rebaja en la venta de Letras del Tesoro (Letes) al 6,75% anual. En la primera vuelta, el Banco Nación desempolvó el proyecto de otorgar créditos personales con tasas inferiores al 17%, casi la mitad del promedio del mercado y con plazos hasta cinco años, que en una primera etapa se ofrecerán a empleados del sector público, y según señaló René Bonetto, directivo de la entidad, "ya se mantuvieron varias reuniones con empresas de diversos sectores para extender este beneficio a los privados". Segundo paso: Machinea indicó que "en los próximos días" se reunirá con banqueros locales a quienes instará a reducir "rápidamente" las tasas de los créditos personales, como ya lo hicieron los depósitos. La respuesta de los bancos no tardó y le enrostraron los costos "exógenos" para poder lograrlo, entre ellos, los niveles de encaje que exige el Banco Central. Y plantearon de establecer un "master plan" para establecer algunas de estas modificaciones. De todas formas, la mayoría de los banqueros adoptaron un discurso similar al del gerente general del banco Credicoop, Carlos Heller, quien manifestó que si la baja en las tasas de interés que se produjo en los créditos otorgados al Estado se "sostiene", puede llegar a repercutir favorablemente en los créditos para la gente. En esta batería de proyectos que tiene al Banco Nación como punta de lanza para estimular el consumo, la entidad relanzó el plan para la compra de computadoras. El Nación también firmó un convenio con la provincia de Santa Fe para refinanciar los pasivos de las pymes del campo, la industria y el comercio a una tasa del 7% anual. Algunas provincias ya habían rubricado acuerdos similares.
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